La doble sesión de esta Secció Irregular comienza con el vídeo “Go and talk to your government!”, donde Amanda Piña y Daniel Zimmerman enfatizan la dimensión política de la distribución de los cuerpos en el espacio mediante la creación de un Ministerio de Asuntos del Movimiento que cuenta con la aprobación de Heinz Fisher, presidente del Gobierno austriaco.
Por este motivo, aunque “Ya llegan los personajes” trate sobre el humor y no resulte explícitamente política, aparece inevitablemente como un ejemplo práctico del carácter político de unos cuerpos que configuran el espacio según su propia idiosincrasia.
Esta pieza resulta excepcional porque es fruto de una colaboración entre dos agentes muy relevantes de la escena experimental española: el dúo de performance Los Torreznos (Rafael Lamata y Jaime Vallaure) y el coreógrafo Juan Domínguez. A pesar de que los tres creadores firman esta obra de forma conjunta y a título individual para diferenciarla del trabajo de Rafael y Jaime como dúo, lo cierto es que tiene rasgos tanto de obras anteriores de Los Torreznos como de piezas de Juan Domínguez.
Por ejemplo, la repetición obsesiva de los nombres hasta que estos pierden su significado y se convierten en mero sonido está presente en performances de Los Torreznos como “La noche electoral”, “El dinero” o bien “Las posiciones”. Además, al principio de esta última obra se transgrede también notablemente la convención que separa a público e intérpretes tal y como ocurre al final de “Ya llegan los personajes”.
Por otro lado, “Ya llegan…” es un trabajo que versa sobre el humor y donde la risa tiene un papel importante. La risa es precisamente uno de los afectos con los que trabaja Juan Domínguez en “Blue”.
Sin embargo, “Ya llegan…” destaca no tanto por aquello que tiene en común con la obra anterior de sus creadores, sino más bien por como se distancia de la misma. En esta colaboración confluyen dos maneras de trabajar distintas y el resultado híbrido es tan singular que el carácter experimental adquiere más prominencia que nunca. Si Jeanson declara que “la risa surge simplemente de una conciencia soberana de libertad”, debido a esta total soltura a la hora de experimentar, deberíamos entender en este sentido las carcajadas que brotan ocasionalmente en “Ya llegan los personajes”.
Sin embargo, aunque la risa juegue un papel notable en la segunda mitad de la obra, debemos acordarle una importancia limitada en la primera parte de “Ya llegan…”. Si bien durante los primeros 40 minutos de la pieza los intérpretes transitan velozmente por los recursos del humor en sus múltiples variantes (desde el humor burdo al clown pasando por el slapstick, el nonsense, el esperpento o el humor negro), el resultado raras veces es cómico. Curiosamente, como podrá atestiguar cualquier persona que haya leído un manual sobre el humor, el discurso sobre lo cómico resulta poco divertido. Esta tensión entre una forma que remite al humor y una vertiente analítica totalmente alejada de lo cómico constituye uno de los principales puntos de interés de la obra.
Resulta paradójico que la risa sólo mane de manera incontrolable al final de la pieza, cuando los creadores ya no utilizan el humor como herramienta, sino el juego. Esta risa que lo inunda todo resulta tan poderosa que no puede sino recordarnos el carácter político de unos cuerpos que exploran continuamente las posibilidades de su encaje en el espacio.