La próxima Sección Irregular en el Mercat de les Flors el día 29 de febrero a las 20h30 consta de tres propuestas. En este primer post sólo os hablamos de la primera parte, con la lectura por parte de Ixiar Rozas de un texto que ha escrito para la ocasión «It’s like this changing landscape. Fragmentos sobre la voz» y la pieza de Alma Söderberg «Cosas».
Ixiar Rozas es escritora, dramaturga, realizadora de vídeo-creaciones, investigadora y docente. Se ha doctorado en Bellas Artes (EHU/ UPV) con una tesis que explora las relaciones entre la voz, el cuerpo y el lenguaje en la escena actual de la danza. Si queréis familiarizaros con su trabajo aquí tenéis su texto «Y ellas desaparecieron mientras ellos comían sus cuerpos y bebían su sangre» sobre la pieza «Bicho, eres un bicho» de Idoia Zabaleta y Filipa Francisco. O bien esta introducción de Maria Nadotti a su novela «Negutegia. Invernario» (Itaca editorial. México DF, 2009).
Respecto al trabajo de Alma Söderberg, aquí tenéis un fragmento de su pieza «A Talk» junto con Selma Sudermann y una entrevista que le hicimos este verano pensando en su participación en la Sección Irregular
¿Cuál es tu relación con el flamenco?
A los 16 me mudé a España para bailar flamenco. Empecé a interesarme por el ritmo muy pronto. A los 8 años comencé a hacer claqué en casa porque no había escuelas en mi ciudad. Pero ya antes tenía un fuerte relación con España porque voy todos lo veranos a un pueblo de Málaga desde los 4 años. A los 14 vi la película “Carmen Carmen” de Carlos Saura y me hechizó. Le dije a mis padres que me quería mudar a España tras acabar el colegio y ellos estuvieron de acuerdo. Así empecé. A los 16 me dediqué todo un año solo al flamenco. Luego volví a Suecia para estudiar baile contemporáneo pero no me gustaba mucho y regresé a España. Pasé muchos años yendo y viniendo. También estudié flamenco en Madrid.
Aparte de Israel Galván, ¿qué otros artistas de flamenco te interesan?
Hay muchos buenos bailaores, pero Israel destaca como artista y por cómo piensa sobre lo que hace, por cómo se autocuestiona e innova. No hay nadie como él en este momento.
¿Qué otros artistas te han influenciado y son todavía un referente para ti?
El primero es Fred Astaire. Todavía muchas veces antes de actuar miro en Youtube fragmentos de sus obras para inspirarme. Me encanta. Otro es Israel Galván. Deborah Hay es otra persona que me inspira mucho. Tuve la suerte de trabajar con ella. Hizo un proyecto para todos los alumnos de la SNDO y su práctica, que es muy especial y muy específica, fue algo muy enriquecedor para mí. Es un gran desafío trabajar con ella: resulta muy difícil pero muy interesante.
¿Cómo llegas a la SNDO y qué sacas de esta escuela?
Estaba en una escuela de coreografía en Suecia en una isla que era un curso preparatorio para estudiar luego coreografía en un nivel más alto. Buscaba escuelas para estudiar coreografía en un nivel de licenciatura. Hay muchos másters de coreografía, pero pocos cursos de este nivel. Yo no había estudiado nada en la universidad y encontré la SNDO buscando en Internet. Me interesó mucho por cómo hablaban de la educación. Querían gente madura y que tuviera un interés real. No importaba de dónde venías ni qué habías hecho antes sino tu trabajo y tus ideas. Y eso no lo encontré en ningún otro sitio.
Me aceptaron y fueron cuatro años bastante duros pero en los últimos dos cursos descubrí lo que yo necesitaba hacer, que es el trabajo estrechamente relacionado con la música. En la formación de la escuela hay más relación con el pensamiento alrededor de la performance pero dentro de la educación faltaba la música. Yo empecé a hacerlo por libre y combinando eso con lo que me daba la escuela obtuve resultados interesantes.
¿Qué artistas que trabajen con la voz te interesan dentro del campo de la performance?
Ivo Dimchev, por ejemplo. He visto “X-on” y “Paris”, pero sobretodo “Concerto” me parece un bonito trabajo porque es una improvisación. Es un trabajo bastante radical y muy bello. Deborah Hay también utiliza la voz, pero ella no elige utilizar la voz, sino que todo forma parte de una misma unidad. Eso me inspira mucho, a mí también me gustaría trabajar así. No es una decisión: ahora trabajo un poco con la voz y luego me muevo un poco. Tiene más que ver con el origen del trabajo y lo que se manifiesta resulta secundario. En su caso el origen es la partitura. Y la partitura puede traducirse en una palabra, un movimiento o un sonido, poco importa.
¿Podrías explicarme la continuidad y la evolución que suponen tus piezas “Entertainment”, “Cosas” y “A talk”?
“Entertainment” está relacionado con lo que acabo de decir. Era más bien la decisión de separar las cosas, era más dialéctico. Intentaba justificar mi trabajo con un especie de dialéctica entre música, danza, lenguaje… Y luego al final todo se une, se vuelve casi una neurosis, donde todo se junta al mismo tiempo. Por eso también era algo más oscuro y más dramático. Pero fue muy importante para mí porque fue mi primer trabajo donde cantaba, hablaba y bailaba. En “Cosas” huí de la dialéctica muy conscientemente. No separé las cosas, ni deconstruí nada. Más bien celebro todo tipo de expresión al mismo tiempo. Por otro lado, “A talk” es una evolución de una primera pieza que hice con Selma. Se llamaba “Freedom of Speech” y duraba sólo 10 minutos. Viajamos bastante con esta pieza y tenía un desarrollo similar. Empezábamos hablando y parecía algo totalmente improvisado, y más tarde se entendía que el conjunto estaba totalmente coreografiado y musicado. Queríamos trabajar más en esa dirección y al final hemos logrado algo más orgánico y que fluctúa todo el tiempo.
¿Vais a seguir trabajando con Selma? Hacéis muy buena pareja sobre el escenario…
Sí, vamos a seguir trabajando juntas.
En una entrevista que te hicieron en la SNDO hablabas de la importancia de la repetición en tu trabajo. Quería saber si has profundizado en este aspecto.
No. Es algo que todavía no ha llegado aunque pienso mucho en este asunto y he comprado muchos de los libros que hablan de ello. “Diferencia y repetición” de Deleuze y todas esas cosas. Todavía no he entrado en ese campo del pensamiento sobre la repetición, aunque ese momento llegará porque eso está ahí y quizás es algo automático y hay que pensarlo un poco más. Últimamente lo tengo muy presente porque recientemente vi una pieza donde se explotaba mucho la repetición y, aunque sea un recurso muy efectivo, puede convertirse en un automatismo y jugar en tu contra.