En Barcelona -en relación con Valencia- nos encontramos con un tejido cultural más variado, rico y extenso. El cuestionario de preguntas básicamente es el mismo pero la manera de afrontar la entrevista ha ido cambiando. En esta fase se ha perdido la urgencia de acortar la entrevista y comienzo a platear un encuentro más distendido y cuya limitación es la propia cinta de vídeo. Comienzo a no ser tan riguroso en el orden de las preguntas y atiendo a cómo se va desarrollando la entrevista para introducir alguna pregunta nueva en relación al tema o asunto que se trata. También descarto alguna pregunta que aunque no se lance de forma directa, queda clara la postura y opinión de las personas con respecto a ella. La variedad en cuanto a catalogar o etiquetar la vinculación y/o actividad de las personas se ha ido ampliando en Barcelona y ha influido también en la manera de abordar la entrevista. Esta fase de Barcelona se emprendía con un fondo ya publicado de 35 entrevistas y la manera de no perder la sorpresa era cambiar el orden y la forma de las preguntas y romper un poco esa posible previsibilidad y hermetismo del cuestionario.
En próximos días publicaremos conjuntamente los datos de los trabajos hechos en Valencia y Barcelona para poder realizar una comparativa y observar los resultados dando pié a otra reflexión y análisis.