Este fin de semana iré de bolos a Vigo, al Teatro Ensalle, una de las pocas plazas donde disfrutar de piezas de la resistencia escénica en Galicia.
Que Galicia es un páramo no es ninguna novedad, pero me desvivo por hacer llegar alguna señal de humo, grito de auxilio o entusiasmo contenido ante la llegada de la nueva década.
Sé que lo tengo jodido, lo he hecho todo mal, tenía que haberme dedicado al audiovisual cuando era joven. Por mucho que lo he intentado en procesos académicos y creativos profundos avalados por grandes ensayos de contemporaneidad, aún no he conseguido huir de mí. Y es esa cosa de ponerte ahí y que te escuchen, la que me pone las tripas a mil con mi trasnochada microbiota.
No os quiero rogar que vengáis, ni llegar al por favor o a la súplica porque he decidido en esta pieza, por muy contemporánea que sea, no arrastrarme por los suelos. Eso sí intentaré que todas salgamos redimidas de algún modo de esas cosas que nos ofuscan, ya sea nuestras deudas pendientes, nuestra salud mental o los sempiternos traumas de ayer y de hoy. Si la redención no ocurre siento deciros que no devolveré la aportación de la entrada porque no soy una chamana infalible.
De las cosas que me han pasado desde el año pasado que no nos vemos no hablaré ahora. Prefiero encomendaros a mi próximo proceso de descubrimiento espiritual, una pieza que seguramente presente a las subvenciones venideras del AGADIC donde quiero barrer pa casa dándole curro a mi hermana que baila en un espectáculo a dos de las Balboa. Sólo puedo adelantaros el título: Las brothers.
A los que me leéis solo deciros que os quiero mucho.
*O que segue en Teatro Ensalle de Vigo 17,18,19 de enero a las 21:00 hs