Lo que hace Britney Spears una vez ha cumplido su misión: 

 

Britney Spears Dedalus está satisfecha y metida hasta la cintura en el Llobregat. Collar de plomo, maleta en la mano llena de plomo y algunos souvenirs de Barcelona, pies metidos en un bloque de plomo. ¡Oh! No se hunde más, menuda mierda de riachuelo. Britney Spears Dedalus intenta tumbarse hacia la derecha (nada), hacia la izquierda (nada), hacia atrás (nada), hacia la derecha (nada): es una coreografía muy graciosa. Piensa, mira hacia delante, piensa. Se tumba hacia la derecha (nada), se tumba hacia la derecha (nada): es una coreografía muy graciosa. Piensa, mira hacia delante, piensa, se tumba hacia delante y desaparece bajo el agua (¡bravo, bravo!). 

 

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Caminando por Barcelona voy grabando ideas en mi mp3. Estas ideas son las siguientes. Creo que como recorte temático para trabajar, me interesa mucho más «la falsedad de la idea de sujeto» que «la falsedad de la idea de muerte». La segunda no resume la primera, pero la primera incluye un montón de cosas: si selecciono todos los puntos donde el yo falla, obtengo una lista donde estará también la muerte. Para mí, los puntos débiles que habría que combatir para destruir esta idea de yo, son: la memoria, el cuerpo, la autoconsciencia, la voluntad, los nombres propios (versus lo innombrable), la muerte. Algunas primeras intuiciones acerca de qué cosas demuestran ese no-yo: el amor, el movimiento, la identificación con personajes de ficción, la renovación celular del cuerpo, la digestión, la muerte.

El Alzheimer como camino hacia la libertad.

Hay que poner en crisis toda idea de unidad del sujeto.

Lugares para hacer terrorismo poético: registro de las personas, cementerios, estadísticas de población, guías telefónicas, ránkings de individuos en anuarios o concursos, índices de autores, etc.    

En un laboratorio de cine me han regalado varias latas de película vacías. También dos bolsas con la marca del laboratorio. He pensado que voy a aprovechar el hecho de que sucederá en el pequeño almacén del Estudio de cine de animación de mis padres, para instalar un dispositivo escenográfico relacionado con el cine. Así que he robado de la basura del laboratorio dos enoooormes bolsas con película descartada (básicamente cola, película en blanco) y una de ellas podría ser, por ejemplo, la muerte de la Madre de Bambi que nunca vemos en la original, porque por censura sucede fuera de plano.  

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He escrito este texto:

Estrellas, vosotras, sois mis testigos. Por vosotras juro, frente a vosotras juro. Yo soy la Madre de Bambi y estoy viva. Lo vi. Vi al cazador que me reventó el cráneo. Tuve que verlo. No preguntadme nada. Me mata todos los inviernos delante de mi hijo. (Bebe café). Nunca esquivo la bala. Mi carne sigue en el mundo. Dejad el balcón abierto, no vendrán moscas. Porque ellas no son la Madre de Bambi. Me preparo sola para el próximo invierno, es importante que salga bien, que yo sepa morir bien, como sé hacerlo, como me sale. (Bebe café). Amo la vida, quiero vivir como nadie, porque estoy enamorada.

He seleccionado estas músicas del compositor argentino Osvaldo Golijov:

  

  • Interludio de balazos y lamento por la muerte de Federico García Lorca.
  • Preludio de agua y caballo.

Un aeropuerto sería un buen lugar para hacer esta actuación, justo delante del panel de llegadas y salidas. Podría estar en conexión via internet con alguna compañía aérea durante el espectáculo, o escribir en las paredes del espacio todos los destinos espirituales y sus puertas de embarque. Un lugar de puertas, de embarques, de pasos, de no-lugar, del mismo modo que hay un no-personaje. Un lugar para evocar otros lugares: una iglesia, una oficina de turismo, un centro de investigación espacial. Los lugares que están fuera son los que importan: puertas abiertas, balcón abierto, ruidos de la calle: puedo bajar a la calle y gritar desde abajo. Un lugar anti-exorcismos. Más texto:

 

El berrinche del hijo:

yo también quiero morir / pero mi cuerpo resiste y se extiende a través de Internet y de los DVDs / me dijeron: “tú no crees en los finales de las películas” y es verdad / me he comprado un bandoneón para cambiar de oficio y olvidar a mi madre, pero aún no tengo el permiso / yo venía de un lugar donde llovía más, luego visité muchos otros lugares y hice fotos / en este lugar (muestra foto) está la cabeza y las axilas de mi madre / en este lugar (muestra foto) está su costado derecho y costillar correspondiente / en este lugar (muestra foto) no, esto mejor no / en este lugar (muestra foto) creo que está su útero, pero no lo encontré  / en este lugar (muestra foto) todo lo que sea pieles, etc. y también el agujero del cráneo / en este lugar (muestra foto) está el río y los cuatro clavos limpios / y por todas partes el cordón umbilical, aquí mismo también, hay que poner los ojos bizcos para verlo, se tarda un poco (lo intenta) bueno, ahora no me sale / necesito creer que ella existe, supongo / pero la he olvidado completamente: ni su voz, ni su leche, ni sus mordiscos / ha pasado tanto tiempo y cada vez tengo que viajar más y veo menos / aunque lo de ver menos puede ser por la edad / podría dejar de darle vueltas a todo esto / pero no lo voy a hacer / que pasen tres mil años / y ahora lo siento pero me voy a cazar antes de que baje el sol

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Anexo informativo en doce afirmaciones

(Anexo incluido en la presentación del proyecto de montaje del texto para el encuentro de jóvenes creadores en Magalia, de la Red de teatros alternativos) 

#1 El texto es el resultado de un año de investigación y creación sobre la adolescencia.  #2 El texto llegó a tener en su momento más de cien páginas.  #3 El texto acabó teniendo sus actuales veintidós páginas por criterios exigentes del autor acerca de la síntesis y la economía.  #4 El texto no contiene la mayor parte del texto porque casi todo fue descartado.  #5 El texto trata la adolescencia con una estrategia adolescente: la exaltación del yo.  #6 El texto exalta el yo de una forma a la vez ridícula y heroica.  #7 El texto está interferido por la autobiografía del autor.  #8 El texto tiene un protagonista llamado YO ADOLESCENTE que a su manera intenta matar su propia adolescencia.  #9 El texto tiene un autor que lo escribió intentando matar a su manera su propia adolescencia.  #10 El texto acaba matando a su manera la autobiografía del autor y esta desaparece finalmente.  #11 El texto ya no pertenece en absoluto al autor y no trata en absoluto del autor.  #12 El texto tiene un personaje vacío llamado YO ADOLESCENTE que puede ser ocupado por cualquiera.

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Mi timidez por volver a actuar en público me ha llevado a algunas ideas interesantes. El actor será simplemente eso: actor, operador. No es a él a quien hay que mirar: su subjetividad no importa, intentaremos que no exista. Esta supermarioneta simplemente manipulará los elementos necesarios para el desarrollo del espectáculo. Por ejemplo: leerá textos (siempre en un papel, como ejecutando el discurso de otra persona, nunca tendrá palabras propias), pondrá DVDs, CDs, manipulará objetos, diapositivas, luces… Así desaparece su yo y su deseo y simplemente es atravesado por otras fuerzas que lo mueven a actuar. Nunca adopta el rol de un personaje, y si lo hiciera, siempre es momentáneo. No tiene nombre ni carácter, los nombres entran y salen de él, como sucede con ciertas ocupaciones-tránisto: DJs, lectores contratados por horas, titiriteros, proyectoristas, técnicos de luz y sonido, obreros de la construcción, muchos intérpretes musicales, cajas de música, salas de revelado, imprentas, repartidores de panfletos, camareros, mensajeros, mediums, delegados, representantes, poseídos…

Lo que tengo que hacer entonces, es preparar materiales que me atravesarán en la puesta en escena. Puedo escribir textos, acumular músicas (tengoel maravilloso «Interludio de balazos y lamento por la muerte de Federico García Lorca» de Osvaldo Golijov), fragmentos de vídeo, luces, objetos y situaciones, historias, fotos, personajes… con esos materiales iré armando la dramaturgia y las acciones, la trama emocional. Los sucesos (como la supuesta muerte de la Madre de Bambi, que en realidad ocurre una y otra vez) estarán mezclados y mediados por mí. Será una especie de invocación, de acercamiento del caosmos a nuestro ojo. Pensar en misas y otras ceremonias religiosas.

Bien, pues empecemos a juntar ese material.             

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¿Busco ideas? No, mis principios habituales me dicen que se llega a la idea procesando cosas. ¿No puedo decidir entonces: esta performance va a ser una conferencia, una reconstrucción de un hecho del pasado, un concierto musical? Pero entonces decidiré por gusto más que por necesidad. Por ejemplo, me gustaría que fuera algo pre-apocalíptico, un momento antes del apocalipsis, pues es un buen instante para traer aquí el caosmos y intuir ciertas cosas. Pero es necesario no decidir firmemente, divagar un poco, perderse un poco, olvidar un poco… y lo que vaya sedimentando, a eso es a lo que debo prestar atención.

Apocalipsis es idea de final, y final tiene idea de nacimiento. Pero en esta obra no hay fe en la muerte ni en el nacimiento. Entonces, no me encaja, justamente es una obra contra esas ideas… tal vez centrándome en la muerte de un personaje, Cristo o Buda o La Madre de Bambi, tal vez entonces pueda demostrar escénicamente la continuidad de las dinámicas, la perpetuidad de la energía más allá de las formas. Esto suponiendo que exista el tiempo como devenir… Si la Madre de Bambi ha muerto, es que ha vivido, pero si la Madre de Bambi está muerta y viva al mismo tiempo, de repente nuestras ideas sobre el orden del mundo se tropiezan.

Una religión basada en la no-muerte de la Madre de Bambi puede traer aquí el caosmos. Bien. Vamos a percibirla en movimiento, real, entre las cosas de nuestro mundo, como se percibe a Cristo, a Lorca, a Ofelia. Teles o proyector para mostrar la no-muerte, la secuencia original de Disney. Música sacra: Arvo Pärt, Proverb de Reich, renacimiento… Balcón abierto para que entre volando la Madre de Bambi. Pruebas, documentos, objetos en bolsas de plástico, reliquias, un pedazo de carne o cuerno que demuestran la perpetuidad de su Presencia. Conferencia, leer texto: páginas sin un orden premeditado. Estudio Rodolfo Pastor, aprovechar que la acción sucede en un estudio de animación. Animar un objeto en vivo y mostrar la secuencia. Mostrar el story board de una muerte, por ejemplo como diapositivas. Si no encuentro el de Disney original, me lo hago yo y digo que no conseguí los derechos.       

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Recuperar mi adolescencia en forma de texto teatral tiene consecuencias en el mundo hasta el punto de pasar a formar parte del mundo. Entonces: responsabilidad y entrega. Un punto importante: acepto el hecho de que estoy haciendo un texto dramático y abandono las ganas de hacer teatro posdramático desde el propio texto, por ahora no me alcanza la libertad para algo así. Esto es teatro de director, voy hacia el director y intento explotarle por dentro. Bien.

Me pongo manos a la obra después de leer entusiasmado a Paul Celan y me pongo a «ampliar territorios», es decir, sobre la estructura sintética ensancho los textos y doy aire en los espacios que siento que permiten esta flexibilidad. Introduzco textos como este:

(Éste es el lugar de las grúas, aquellas estrategias de piedras romanas, con su intensidad de todos los transportables. El jueves de estudio cuando estaba y lo vi y recrecía ¿cuándo? cerca en mi barrio. Los templos, como leeríamos, se pueden filmar con los culitos puestos sobre un muelle y las cabezas, bueno, esa noche darían igual las cabezas. Aquí todas las grúas que fueron chatarra, ve, ven, enmudeciendo como las razones para decirte gracias y otros documentos de word que claro, ¡sí, y además lo sabíamos!, tienen manadas de consecuencias).

 

Olvido también aquello de los diferentes finales a lo largo del texto y las diferentes posibilidades tipo libro-aventura. Corrijo fragmentos, como el monólogo YO ADOLESCENTE / TODOS. Tacho con negro muchas partes de un texto que me parecía demasiado pretencioso y cursi y dejo esas tachaduras como interferencias (la escena pasa en un barrio lejano a mi casa). Cambio los «oh nooo por qué yooo» por títulos de poemarios de Paul Celan. Etcétera. Es ponerse y trabajar con la materia, ya no recuerdo los motivos interiores de muchas decisiones. 

 

Hay que tomar una decisión argumental: ¿qué pasa con él y ella? ¿Se van finalmente a la antártida? ¡No! No, no, para nada. Ese tipo de finales ya los escribí cuando era realmente adolescente. Si la obra estuviera escrita por un adolescente sería el final, pero es una recuperación histórica por alguien que está saliendo de su adolescencia, y si bien lo que se recupera es la adolescencia, la mirada sobre ella es más… más… o bueno, menos. Ya sé: he estado mirándome el asunto y he puesto un deus ex machina, descaradamente. Simplemente intentan salir de barcelona con la moto, pero un terremoto hunde la plaça de les glòries y cambian de idea. Me parece una solución adecuada: yo-deus-dramaturgo impido que el final tenga lugar, impido que los personajes se suiciden, que las fronteras de la ciudad-mundo se abran. Así:

 

(Fantasmas):

Escena vista desde arriba. La adolescente que corta la violeta en la moto que conduce el adolescente que abracé. Por la Gran Via hacia la salida de Barcelona. A D I Ó S C I U D A D S I E N T O Q U E N O M E H A Y A S P O D I D O R E T E N E R P E R O E S Q U E M I R A M E H A S C A N S A D O U N P O Q U I T Í N

LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA – Si domesticamos una foca, ¿te molaría hacer un trío?

EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-¿Me hablas?

LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-¡Un trío!

EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-Es el viento, perdona.

LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-¡Que podríamos hacer un trío si domesticamos alguna foca, o un pingüino!

EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-Jaja. Claro que sí. Me voy a tirar un pedo.

LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-Soy feliz: creo que era esto, que era así, como ahora.

EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-Ya está. ¿Huele muy mal?

LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-Me encanta. Oye, está temblando el motor…

(Aquí empieza el terremoto. La plaça de les glòries está a punto de hundirse, la policía impide el tránsito, la moto del adolescente cambia de dirección, imposible salir de Barcelona, la máquina de dios no lo permite, el destino ahora dice: de vuelta a casa, rápidamente se les han ido las ganas, planean ir a comer un crêpe en L’olla del torrent una vez más, y compartir una piña colada una vez más (uno diría, ¿de verdad hacía falta planearlo?). No hoy: el próximo fin de semana, o el otro. Los gestos de él son, cómo decirlo, bastante tontos. Detienen la moto, sienten las sacudidas, ahora están bajo árboles a punto de caer sobre ellos, están bajo la celulosa de la carta que se escribieron, bajo el parquet del incidente que ocurre una y otra vez).   


 

Todavía no sé muy bien cómo demostrar que nadie es culpable en esta obra, la ambigüedad de la culpa… he puesto algunos comentarios de los personajes en que se culpan mutuamente, pero es una forma muy endeble de demostrarlo. Quizá debería no hablar de culpa en absoluto, borrar todos los comentarios sobre ello, y lo mismo con las victimificaciones. No sé, veremos, por ahora estoy contento con mi trabajo de hoy.

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Empieza aquí un nuevo proceso

Paralelamente a «Que no quede ni un solo adolescente en pie», empiezo hoy un nuevo proceso que por ahora tendrá el título de «Aquí el caosmos». Sugiero a las personas que me leen habitualmente que se fijen a partir de ahora en la categoría de cada post, porque iré alternando ambos procesos y quizá incluso más en el futuro. Así que el blog pasa a funcionar por divisiones de categoría, creando así un archivo más complejo. Queda en manos del lector elegir qué proceso le interesa más o entender las relaciones entre ellos.

Quiero hacer una acción teatral yo solo. Para ello he ordenado una habitación en el piso de abajo para poder ensayar y finalmente actuar ante público. Lo único que sé por ahora es:

  1. el único actor seré yo
  2. mi yo no tendrá ninguna importancia, es decir, ignoraré todo lo que me concierne personalmente y trataré de superar el individualismo que tanto percibo en estos paisajes occidentales, de manera que a través de mí se manifieste otra cosa: atraer aquí el caosmos.

Lista de cosas que se me ocurren como primeras intuiciones:

  • Walt Whitman
  • Oraciones contemplativas
  • Deleuze, teorías de rizomas y mesetas
  • La conferencia de los pájaros
  • La no existencia del yo, todo lo que atraviesa el yo

Me apetece ponerme a ensayar algo, buscar formas y materiales, acumular cosas (por supuesto no tengo ni idea de qué). Por otro lado, investigar acerca de la ruptura de la idea de yo, la no unidad, hasta llegar simplemente a ignorar el yo. Tal vez puedo dar ese salto directamente, empezar a trabajar bajo el supuesto de un caosmos sin nombres ni formas individuales permanentes. Heráclito y no Parménides, o quizá incluso más allá: Heráclito y al mismo tiempo Parménides y al mismo tiempo muchos más.

Vamos a intentar formular una primera idea: la continuidad del yo es una ilusión, no existe el yo. A partir de esto, puedo empezar a buscar una primera selección de propuestas para la forma: objetos, acciones, textos… Empiezo, voy a ver qué hay por mi casa.

*

Bueno, he encontrado una caja llena de patitos amarillos de los que se ponen en los pasteles. Los he puesto uno por uno sobre pequeñas conchas marinas y los he dejado flotar sobre el agua en una bandeja de horno. Poniendo dos ventiladores enanitos y roñosos, uno de cada lado de la bandeja, los pollitos se desplazan de vez en cuando haciendo surf y formando distintas relaciones espaciales entre ellos. Lo más temerario ha sido cuando he intentado poner alcohol sobre el agua, los pollos y las conchas, porque la llamarada ha saltado de la bandeja al interior de la botella (que estaba en mi mano) y se ha quemado en dos segundos todo el alcohol que contenía, sonando como un bufido terrible, casi me muero del susto… tendré que cuidar más mi integridad física.

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Nadie es culpable. Si todos asumimos nuestra culpas nadie será culpable. Asumo las culpas de mis personajes. No soy la víctima de dos enamorados heterosexuales -recuperados aquí por la memoria creadora. Yo adolescente no soy una víctima. Vamos a desvictimificar todo, riéndome de mi postura de víctima, pero sin reir demasiado: equilibrio entre el ridículo y la seriedad. Que diga «¡oh nooo por qué yooo!» varias veces, intercalando un discurso supuestamente doloroso. Capas de rídiculo y de humor dan mayor resistencia.

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Creo dar un paso hacia ese vacío o terreno virgen del que hablé ayer. Dentro de mi confusión, veo un conflicto interesante entre el texto que estoy haciendo QUE PERMANECERÁ, y la representación, que es el verdadero objetivo, QUE SERÁ EFÍMERA. Esto me genera una contradicción, y quizá desarrollarla sea una manera de hacer teatro dramático (y no posdramático) pero huyendo del teatro dramático, o qué se yo. Esta contradicción, la vinculo al hecho de que mi adolescencia PERMANECE (en otros, en el agua, en barcelona) pero en cambio mis distintas interpretaciones sobre ella SON EFÍMERAS. De manera que el texto que escribo participa de una serie de interpretaciones efímeras, pero atravesado por una esencia adolescente que permanecerá.
Mi manera de llevar esto a la práctica está siendo la de ofrecer distintas posibilidades de desarrollo temporal del material: distintos caminos que desembocan en distintos finales. Ante el beso, hay dos posibilidades de reacción del adolescente: una lleva a un «fin de la representación» y la otra la continúa. Lo mismo con la huída o no huída de los dos adolescentes a la antártida, existe la posibilidad de que huyan (y yo los condene, y en realidad no sean personas sino fantasmas o muñecos de mi interior, manipulados por mí) o que no huyan y sean personas de carne y hueso. Es muy sencillo:

#primera posibilidad
(Fantasmas):
Escena vista a través de mis ojos. La adolescente que corta la violeta en la moto que conduce el adolescente que abracé. Por la Gran Via hacia la salida de Barcelona. A D I Ó S C I U D A D S I E N T O Q U E N O M E H A Y A S P O D I D O R E T E N E R P E R O E S Q U E M I R A M E H A S C A N S A D O U N P O Q U I T Í N

#segunda posibilidad
(Muñecos):
Escena vista desde arriba. La adolescente que corta la violeta en la moto que conduce el adolescente que abracé. Por la Gran Via hacia la salida de Barcelona. A D I Ó S C I U D A D S I E N T O Q U E N O M E H A Y A S P O D I D O R E T E N E R P E R O E S Q U E M I R A M E H A S C A N S A D O U N P O Q U I T Í N
LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA – Si domesticamos una foca, ¿te molaría hacer un trío?
EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-¿Me hablas?
LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-¡Un trío!
EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-Es el viento, perdona.
LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-¡Que podríamos hacer un trío si domesticamos alguna foca, o un pingüino!
EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-Jaja. Claro que sí. Me voy a tirar un pedo.
LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-Soy feliz: creo que era esto, que era así, como ahora. (Alguna vez describí a alguien y era como tú).
EL ADOLESCENTE QUE ABRACÉ-Ya está. ¿Huele muy mal?
LA ADOLESCENTE QUE CORTA LA VIOLETA-Me encanta.

#tercera posibilidad
(Labios, lenguas, dientes, salivas):
Centro comercial Antàrtida en Avinguda Diagonal 452. Salen la adolescente que corta la violeta y el adolescente que abracé, sin bolsas de la compra. Hablan del polvo, de las cámaras de vídeo vigilancia, del placer que ella siente al ser una persona de carne y hueso. Planean ir a comer un crêpe en L’olla del torrent, y compartir una piña colada. No hoy: el próximo fin de semana, o el otro. Los gestos de él son, cómo decirlo, bastante tontos. –fin de la representación.

¿Cuál es entonces la verdad? ¿Qué es efímero y qué permanece? Permanece la esencia. Al principio de la obra hay una nota al pie, que anticipa el detonante, y dice:

[1] Barcelona 2003 viernes carrer pi i sunyer 7 àt. Los dos personajes sobre los colchones, al fondo, se van a dar un beso por primera vez. El estudiante de 17 años lo verá y tendrá un ataque de ansiedad. Esto es así; lo demás, en realidad, no importa.

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