Contra las cárceles – el réquiem
Contra el réquiem – mi psicóloga
Contra la sodomía – las margaritas más enraizadas
Contra ti – mi hueco o mi cuerpo, depende quién seas
Contra la muerte de federico – la paz
Contra mi adolescencia – esta obra
Contra mi adolescencia real – ella misma y en realidad cualquier cosa
Contra una mano que se señala a sí misma – el estruendo de la risa de la gente y muchas enfermedades

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Ah, sí, Salamanca ya es mi casa – y la de tantos.
Me levanto a las siete de la mañana en pleno invierno y te dejo la cama
para ir ¡a la Universidad!
Aquí no hay otra plaza que la de los jóvenes
ni otra noche que la de los jóvenes – de los jóvenes universitarios que tocan la guitarra
plaza y noche por las que camino inseguro al borde de un ataque de estrellas
mientras en esa escalera de piedra de la que me hablabas en los emails – en la que después yo voy a dormir varias semanas
las peligrosas fogatas de los porros me intuyen la mañana
porque sí existe lo que no muestran las postales
pero ahora cierro los ojos o las manos y soy yo quien guía en el regreso – cuidado.
Nadie sabe si esta será la última imagen que tenga de mí mismo.
Las tierras de España ya no tienen jinetes, tienen a estos jóvenes con cerveza y pasión de soledad.
La gaviota que hoy cayó muerta en el patio de la Universidad
no ha muerto de risa ni de amor ni de vieja
sino de frío salmantino
un frío que no habla catalán y que contiene todos los demás pájaros
que no es de hielo ni de altura sino de lejanía del mar.
A mi casa – y la de tantos, venimos los jóvenes a juntarnos con cualquier excusa.
¿Para qué?
Para morirnos de frío – en los bares de tapas, en los claustros
noche tras noche, cada vez más muertos
inexplicablemente.

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No sé si estoy caminando por la avenida secundaria o arreglando la bici de mi madre
pero desde que salí de la plaza del Decathlon ya no me dejo engañar:
estoy en el nivel exacto de la realidad y no más allá ni más acá
en el nivel exacto
así que mientras espero que baje el puente me digo
what a wonderful world
mi mechero de Zeus puede funcionar o no
y desde luego tantos libros me han enseñado que Emiliano Pastor no es un personaje imaginario
más que enseñármelo: me han dejado mi espacio para adivinarlo
y en la gran mesa de los negocios del hombre pregunto
¿Quién soy yo? Silencio… ni un eco… ni un signo…
los portafolios callan, el dispensador de agua calla, septiembre calla,
¿y qué otra cosa puedo decir yo entonces que
what a wonderful world?
la materia sigue siendo mi fuente de luz y mi dios
esta ciudad me gusta tanto que no me importa que ya no exista en mí
mientras exista en el mundo
la materia sigue siendo un aleluya
no quiero réquiem por el sueño
sería inútil quererlo
una estrella lejana es un Burger King es una hoja de hierba tan delicada
tan delicada que cuando un niño tiene puñados de ella en las manos
no se le puede decir nada
no se puede
¿Quién eres tú? El mismo silencio… el mismo… no hay otro…
¡what a wonderful world!
¿De qué otra manera podría ser?
No solo el firmamento está lleno de luz
también esta ala sin pájaro
también esta ciudad sin adolescentes
también este adolescente sin alas
no estamos en las nubes
estamos aquí
y cuando un niño se acerca con el dedo en un vaso de agua
solo hay silencio… pero esta vez es el mío
y como no aguanto más salgo de la sala y bajo por las escaleras
y aunque no tengo mp3 para escuchar música en la calle
corro por el barrio
podré parecer torpe pero me gusta
hasta que llego a la pared contra la que él se accidentó
y zapateo sobre los pedacitos de plástico de la moto
con la electricidad de Billy Elliot
la misma
zapateo porque soy español y porque rabia y alegría son lo mismo
porque el principio es ahora y todo el tiempo
y la muerte es diferente y de mejor augurio que lo que muchos supusieron
vamos a hacer un trato entre todos nosotros
acordemos que el hombre empezó y que el hombre acabará
y que la mayor parte del tiempo no hubo ni habrá hombre
pero acordemos también que la antártida es eterna
que las paredes de mi casa son eternas
que la ciudad quedará en pie aunque no funcionen los semáforos
que los trenes permanecerán sobre los raíles
que aunque nadie use las piscinas se seguirán llenando con la lluvia
y que cuando deje de existir la lluvia
los paraguas que hemos usado empezarán un viaje que no acabará nunca
¿quién es el mundo? y ya no hay silencio
porque el mundo no tiene oídos para escuchar ningún silencio
ahora me doy cuenta de que no estoy arreglando la bici de mi madre
estoy cruzando una avenida secundaria y he llegado delante de un Carrefour
un jovencito ha puesto una mesita y está vendiendo magdalenas
creo que no he merendado hoy
y si he merendado hoy mi estómago no se acuerda
así que compraré una magdalena
creo que tengo un par de euros en el bolsillo
efectivamente
la magdalena es mía
me sentaré cerca del parking y me
no
me sentaré en el parking mismo
me sentaré en el parking y me comeré mi magdalena
así nos atardecerá a los tres
a mí a la magdalena y al chico de las magdalenas
ahora estoy sentado y pienso en todo lo que he hecho hoy
en cómo he llevado a Garufa al veterinario y ha sido tan desagradable
en cómo después me he duchado en casa de Claudio y Marina porque no tenemos agua caliente hace meses
en cómo dos veces he cruzado con malhumor una puerta
en cómo he pensado en la posibilidad de cambiar mi look (sí, ya va siendo hora)
en cómo he pasado casi cuarenta y cinco minutos (¡no exagero!) esperando a Amanda
y al final me he hartado
me duele un poco el culo de estar sentado aquí
vamos a ir pensando en volver a casa
¿qué hora es?
ay dios mío me he olvidado el reloj
le voy a preguntar a ese chico
además quizá él sí tenga un mp3 para prestarme.

Comment posted by Emiliano Pastor Steinmeyer
at 9/19/2007 10:17:00 PM
Qué bueno que me digas algo así, saber que te he producido algo parecido a «Gabriel» es un gran gran logro para mí. Acercarme a la manera de crear que teníamos cuando hicimos esa película, es cada vez un poco más difícil a medida que uno va acumulando ideas en la cabeza. Gracias por este y otros comentarios, te parecerá una tontería pero saber estas pequeñas cosas que me dice la gente a veces me ilumina cosas, posibilidades. Además, me siento acompañado. Y qué mejor que saber que me van leyendo los que por ahora vienen siendo los coprotragonistas de esta obra… tú, etc. Así que cualquier comentario o idea o objeción será bienvenido!

Comment posted by Adriana
at 9/19/2007 11:46:00 AM
Emi!
Leía este texto y me ha vuelto la música, la sensación física de verdad que me traspasaba cuando oía el «Soy capaz de visitar un mundo…». ¡Gracias!

Ayer fue «Mercedes Benz…», fue un evento precioso, la obra encantó a todos, los actores estuvieron geniales, y sólo faltabas tú… En cuanto recupere mi micrófono te llamo por Skype y hablamos de est si quieres!

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¿Qué?

No, se equivoca.
Y no soy adolescente.

No se preocupe, no es molestia.
Adiós.

*

Sí, hola.

No, se ha equivocado otra vez.
Pero, ¿a qué número está llamando?

Entonces debe ser que anotó mal.
O algo.

Pero es que ese no es mi nombre, señora.
Y no soy adolescente, no sé por qué insiste con eso.
Adiós.


La verdad es que no creo que usted sea de la policía.
Y si lo es, se está equivocando de teléfono.

¿Qué?
(Miro por la ventana. Me alarmo.)

¿Esos coches son por mí?
Pero yo ni siquiera vivo aquí, estoy de paso unos días.
Mi amiga me pidió que le cuidara las plantas.

Pero, ¿por qué?
No voy bajar, me estaba duchando.
Adiós.
(Cuelgo, más por nervios que por otra cosa.
El teléfono vuelve a sonar inmediatamente.
Levanto el auricular y lo dejo descolgado.
Cambio de idea y lo cuelgo.
Pienso en…
Sí, tengo una idea: levanto el articular y marco el número de mi madre.
Tocan al timbre.
Cuelgo el teléfono. La verdad es que estoy asustado. Espero que el actor que me interprete sepa comprender este miedo que siento.
Vuelven a tocar al timbre con insistencia.
Golpean la puerta.
Abajo suenan sirenas de policía.
Voy a asomarme de nuevo a la ventana, pero cambio de idea.
De pronto, silencio.
Me acerco a la puerta, lentamente.
Me acerco a la mirilla.
Miro por la mirilla, ¡van a tirar la puerta abajo!
Me aparto rápidamente justo en el momento del golpe.
Es un golpe muy fuerte, se lo pueden imaginar.)

*

Un coche de policías va a toda velocidad por la N-II hacia el norte.
Yo voy detenido atrás.

*

Si he prestado poca atención a las playas y mucha al Amado Invisible
si he sufrido todo lo que era tuyo y resultó ser nada
me queda la atlántida.
Si abrí los ojos para ver la ambulancia que se acercaba
si por ti mismo te juré que no morirías nunca
si fui el que caminaba por la noche que empezaba y se agrandaba
si he sufrido todo lo que era tuyo y resulto ser nada
me queda la atlántida.
Si he besado por primera vez y he recorrido Alicante descalzo
si no pude prever el espectáculo en la calle ni el suicidio
si he perdido todo lo que me tiraron como una niña al agua
me queda la atlántida.

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ANTÁRTIDA INMENSA.
YO.

Yo fui Emi, el gran perdedor del restaurante, el perseguido. Fue fácil. Ahora queda esta antártida. Dónde – dónde están – quiénes – los hombres. No sé. Los adolescentes suelen construir cabañas en el bosque, quizá allí. No. Bajo el océano los buzos suelen colocar los vestidos de sus mujeres. O en los chicles pegados bajo las mesas de las oficinas. No. Una uña recortada, una sala de ensayo, lo que sea – pero dónde – dónde. Copos de ceniza – ceniza – ceniza. Sol, sol de las cumbres. Yo, que exprimía planetas sobre el mundo, que ayudé a bien morir las olas en mi nuca, busco ahora por lo menos el póstumo calor de los ahorcados, algún temblor de cola de largatija, la forma de una niña. Mira, copos de ceniza – ceniza – ceniza. Pero, no entiendo, ¿no dejaron cartas en los abrigos de los percheros? Quizá dentro de los forros, ¡no puedo creer que hayan olvidado dejar una sencilla carta! Construir un nido – pero dónde. Kilómetros de blancura. Silencio de trenes bocaarrba. No llega un rumor. No llega una gota de sangre. El aire ha arrancado los post-its de las neveras, las brasas de las fogatas y los puñales en los pulmones de los elefantes. Yo no soy Emi. Mi ombligo fue arrojado por encima del muro. ¡Hay que anidar! Dónde. No hay siglo nuevo, no hay éxito del verano, ¡no hay verano! Hay antártida sin esfuerzo. ¿Qué peso habrá perdido el mundo? ¿Qué risa, qué ironía ha ganado esta galaxia? —-……–…-.-..-………………. El primer día que fui una vida, lo rememoro: qué tranquilo. Recuerdo que tenía envidia de los helicópteros, y una vez vi al Papa sobrevolando amapolas para ir a salvar la vida de una joven. Recuerdo las linternas por la noche y las aureolas de las urbes vistas desde el mar. Pero no logro recordar las formas de andar, ni las caras. ¿Fueron laboriosos? Entre todos, ¿cuál eligieron ellos? Yo podría restituir una nostalgia, decir un buenas noches. Si recordara un peinado, una manera de morir, una mirada. ¿Cuál elijo yo? ¿Cuál – elijo – yo? Hay demasiada luz, y nadie me dejó un nido. ¡Qué horrible haber sido alguien! Necesito más relax, olvidar… Además, quizá me estoy confundiendo, quizá fue un chiste que me contaron. Vamos a mover un poco el esqueleto. Esta noche la antártida es mía, ojalá encuentre alguien para follar.

*

Basta, basta, o me quedaré vacío. Obra, quémate hasta que lo olvides todo.

Comment posted by Emiliano Pastor Steinmeyer
at 9/13/2007 12:50:00 PM
Qué buena aportación lo de la atlántica, seguro que lo uso. ¡Y por supuesto que no bastas! Eso lo dice mi yo de la obra, no mi yo del mundo.

Comment posted by Javier
at 9/13/2007 4:59:00 AM
Hay una antártida sin esfuerzo. Qué razón tienes. Y detrás de la ausencia del fuego se esconde la atlántica. No bastas, no bastas ni para parar. Reconoce que lo quema engancha.

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Hablar del yo desde el mismo yo, es muy coherente con el hecho de estar hablando de la adolescencia. Recién ahora me doy cuenta.

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GUILLEEPJH4D:

Aquí estoy.
Salí del nicho y vine a buscar a esta playa mi traje de marinero.
Galopé sobre mis entrañas mientras repetía:
Mi madre está rezando para que sea capaz de volver al inicio del mundo.
Mi madre está rezando porque tengo mil razones para triunfar sobre los gritos.
Aquí estoy, para ver que todo se ha ido.
Ni playa, ni traje, ni casi marinero.
Sólo queda el pequeño muelle de madera, que no ha dejado de recibir al Mediterráneo.
Aquí, en el extremo del muelle, me acuerdo de los bañadores de poliamida rosa.
Que nadie me fotografíe ahora, por favor.
Yo soy Guillem Camprodon.
Estoy en Cadaqués, en la Costa Brava.
Cadaqués es un pueblo.
Mi habitación está en el Hotel Rocamar.
Así que la adolescencia es un fraude y esta representación nunca habrá existido.
Estos ojos míos de dos mil siete empiezan a pedir tierra, tierra tan sólo.
Que los inexpertos hagan caso a esta obra de teatro, no yo.

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La lluvia llega tan alto que yo y un par más nos matamos de la risa,
es divertidísimo estar vivo y ser de Barcelona,
¡a veces siento al despertar que el sueño es la realidad!
Con la escopeta cargada vamos rumbo a Lesseps,
somos amigos desde hace tiempo y nos conocemos muy bien,
hemos tenido muchos momentos sin apenas decir nada y todas esas cosas. La lluvia llega tan alto que hablar en catalán es cosa de elegidos,
mis amigos y yo hablamos y escribimos siempre en catalán,
¡el idioma de las gaviotas, de los jóvenes en los oscuros pinos!
Vamos juntos por la acera derecha (para no pasar delante del Cine Comedia)
y estas putas baldosas de Gaudí están por todas partes.
Con siete u ocho euros cada uno vamos rumbo a Lesseps,
a comer crêpes de helado de coco y canela
en los taburetes incómodos bajo la bombilla que desajustamos siempre, porque molesta.
Y si tomamos piña colada, la piña colada nos sabe a gloria.
¡Es tan fácil ser adolescente en Barcelona los viernes por la noche!
Salimos de clase de teatro y seguimos haciendo improvisaciones por las calles,
con la homosexualidad bien reprimida y los Pirineos en los ojos,
para divertirnos bajo estas farolas que aún no se doblan. En realidad lo que más nos gusta es salir con linternas por la noche,
por lo menos eso solemos hacer yo y mi amigos,
como zombies, como Lara Croft, como Stephen Dédalus,
a conquistar la antártida a la que tiende la ciudad entera.
Esta noche los cinco abriremos nuestros paraguas sobre el escupidero de ventilación del metro,
donde el aire que sale caliente asciende por lo menos cincuenta metros,
y los soltaremos.
En otro momento hablaré sobre la antártida.


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Escribo, escribo, escribo, sin pensar en nada, o pensando en todo, con músicas que me bajo de Ares, y sin parar, y sin corregir, y acabo extasiado, y feliz, y luego hago algo de limpieza, borro bastante, ordeno mínimamente, y adjunto unos fragmentos aquí:

La ceniza está en una cajita de madera con mis iniciales, ella es sabia y no se unirá al viento, porque la cajita se hunde, ¡se hunde en el Atlántico Norte!, y en las fotografías han volado todos, no hay nadie. El olor de la ceniza no se mezcla con el mar, ella es lo contrario del Sol y no se revolverá en la arena. En el fin del mundo está el corazón del mundo, pero la cajita cae hacia el otro fin del mundo. El otro fin del mundo está en el hospital donde mi madre parió, concretamente debajo de la silla donde mi padre se sentó apenas tres o cuatro minutos, porque el resto del tiempo estuvo de pie. Debajo de la silla, en el cruce entre dos baldosas, está el otro fin del mundo donde reposará mi cajita todas las navidades, y en la cajita que no es un útero están quemados los gemidos de mi madre y los peces que pescó mi padre, están quemadas las campanas grandes y las calles, quemadas todas mis primeras veces hasta las entrañas, la flecha hacia delante quemada, y quemado también el refugio y el hacha del refugio, y quemado el fuego, y quemada la ceniza, y quemadas mis iniciales sobre una cajita de madera verde que no prende todavía.

*
Mierda digo Mierda Mierda y bailo – focos – esto es la mejor fiesta de mi vida me miran los chicos me miran me miran las piernas y bailo porque esto es baile y se baila en los bailes – diré que soy una rosa y me meteré entre las nalgas del más musculoso porque soy un héroe porque soy el sol – soy lo más primitivo – y Mierda madonna sabe mover a los putos venga venga arriba esos brazos más luz – a la Mierda mis reflexiones esto es lo mejor que me ha pasado en la vida todos los viernes salgo con mis amigos soy feliz soy feliz los chicos me miran me miran porque soy un héroe porque soy las alas del sol – mi madre está orgullosa de mí – siento su sonrisa siento la presión de su último abrazo mientras me acerco a ese vaso de lo que sea y me lo trago porque soy fantástico porque digo Mierda y sé que esto es lo mejor a lo que puedo llegar – soy este cuerpo de puto que se mueve entre otros putos y baila mejor que nadie porque su cabeza no está en las olas sino en los lásers y en las manos del DJ que no es puto pero le pagan bien – soy este adolescente que es un héroe porque no leyó los libros de los cobardes y porque contesta al teléfono y dice hola mi amor quieres sexo y baila y dice Mierda – esto es lo mejor mi padre está emocionado – mi padre me espera a la salida con su moto por si no encuentro sexo esta noche – mi padre es la bomba – cada viernes es la mejor fiesta de mi vida – madonna en mi corazón – sabe moverme – ella es nuestra guía ella es nuestra pauta cuelga tu corazón en mi boca y muévete – muévete porque no hay tiempo – porque la muerte está en la carne y porque al fin y al cabo esto es lo mejor – mi dni está en mi bolsillo sácamelo con la boca cada pequeña cosa en su lugar – barcelona está atravesada a esta noche y todos los putos se elevan de la mano de madonna – dios mío esto es fenomenal – es una cadena de putos todos de la mano – toda barcelona está atenta – éxtasis total Mierda el cosmos nos espera

*

Ferran y yo abrazados en el concierto
Ferran y yo caminábamos por la playa y era de noche y habíamos visto fuegos artificiales
y yo vivía sin él y él vivía sin mí
así que nos abrazábamos y escuchábamos El Sueño de Morfeo en directo
allí donde la playa de Barcelona se abre por la noche
Ferran y yo éramos héroes en secreto
pero el mar nos ha empapado y ahora todo el mundo nos ha visto el cuerpo
todo el mundo sabe que somos héroes así que Ferran me ha dicho que diga que ningún adolescente nos perdone: solamente piérdanse en nuestras pisadas
no nos echen de menos: solamente piérdanse en nuestras pisadas
y los que no sean adolescentes que se den la vuelta y busquen sus cuerpos
o que me dejen en paz y que no se acerquen a mí
y menos de noche y menos si estoy en España
a mí no me interesan los adultos porque ellos tienen sólo cáscara de luna
si tienes 42 años maldita seas si no me das tu amor
si tienes 73 años maldito seas si no me das tu amor
pero si en dos años vas a cumplir 17 el éxtasis es tuyo
así que llora, llora contra la pared y no veas otra cosa que ese ladrillo
si en dos años vas a cumplir 17 yo te digo a galopar
yo te digo el corazón suena suena resuena
son grandes las olas y es grande la llanura
galopa adolescente en tu caballo de espuma
que es nadie la muerte si va en tu montura
a galopar Guillem a galopar
a galopar hasta enterrarte en el mar.

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Primer encuentro con Alejandro Tantanian

¡Bien! Ha ido bien. Me hizo el doble efecto de orientar el trabajo y de confirmar la potencialidad de lo que venía haciendo.
El YO en este proyecto es fundamental, y sobre eso me hizo algunas reflexiones: el personaje teatral es un yo que se autoenuncia, y a la vez es un desprendimiento del yo del autor, en Las Olas de V. Woolf pasa lo mismo. La cercanía o lejanía entre esos dos yos varía, en mi caso opto por una gran cercanía.
Proust en su súpernovela tiene un yo aún del XIX, Marina Tsvietáieva (me dice que lea Mi Puschkin de ella) empieza a quebrar ese yo, entran multiplicidad de discursos, y en el teatro del Elfriede Jelinek (Bambiland, y debo leer su obra que continúa la historia de Nora) esto es llevado al extremo. Yo busco una especie de yo esencial, ¿qué postura iré tomando ante esta evolución?
Para mi alegría me fomenta y me anima a seguir escribiendo de manera irracional, en cantidad (que escriba la mayor cantidad de texto que pueda) y sin preocuparme por la teatralidad: no escribir ni escenas ni conflictos ni nada. Dice que llegaré a lo teatral a través de la manipulación literaria a la manera de Müller.
Lanzarse a escribir así es un gesto homólogo a lo que pretendo: que el yo se exprese libremente. Esto me gusta, ¡veo coherencia!
Lo que se hace con eso se verá en una segunda instancia, si será algo entendible por todo el mundo (El guardián entre el centeno) o no, es algo a resolver más adelante.
La próxima reunión será cuando haya producido muchos textos, abierto el panorama, calculo que dentro de un mes aproximadamente.

ALGUNAS COSAS QUE HABÍA PREPARADO PARA EXPLICARLE EL PROCESO A ALEJANDRO:
ZONA TEMÁTICA:
MI ADOLESCENCIA
CLAVES DEL PROYECTO:
SINCERIDAD EN LA ESCRITURA
AUTOBIOGRAFÍA
BARCELONA
GUILLEM
HOMOSEXUALIDAD Y REPRESIÓN SEXUAL
ENFERMEDAD PSIQUIÁTRICA Y ATAQUES
HACIA UN TEATRO MÍO
ALGUNAS PALABRAS PARA DESARROLLAR MI INTENCIÓN TEMÁTICA:
Hoy, mi adolescencia es una casa de madera que desciende hacia el fondo del Atlántico Norte, tras ser arrastrada lentamente por un glaciar que resbalaba por la montaña. Mi fe en los objetos de esa casa fue tan torturada, que simplemente me alejé de ese hundimiento general para emanciparme, para encontrar otra relación con el mundo. Cuando tuve que salir por la ventana, tuve un primer impulso de cerrar los ojos, luego los fui abriendo poco a poco, celebrando la llegada de la luz. Y la casa ya no estaba. No quedaban ni las marcas en la nieve…
Hoy, mi adolescencia descansa en las profundidades: sufrimiento, ideales y amor están ahora en total oscuridad. La temperatura ha descendido. El tiempo es ahora eterno. Los objetos están expuestos en un pesado museo que se balancea. No tengo odio hacia esta antigua etapa, y haber sumergido no significa haber olvidado.
Ese escenario que se hunde cada vez más es el que elijo para este proyecto. El tiempo dejó ese lugar en la oscuridad, ¡pero no en el silencio!
ALGUNA IDEA ACERCA DE CÓMO SEGUIR:
-Que todo lo que a priori es arbitrario vaya conviertiéndose en necesario para la construcción de un universo particular.
-Que todo lo que a priori son solamente referencias a mi vida personal vaya convirtiéndose en elementos propios de un universo particular.
-Que se vaya aplicando síntesis y descartando mucho.
-Que en el proceso se vaya construyendo una lógica interna, una coherencia propia del universo particular de la obra.

Comment posted by Adriana
at 9/19/2007 2:09:00 PM
Si estás en plan explosión escribiendo como loco y disfrutándolo, no leas esto aún. Esto es para la fase de reflexión y reposo, si es que es para alguna fase…

Es una idea flash que me vino caminando.
La idea fue que quizá la diferencia entre tú mismo Emi Pastor, y tu «yo» d la obra, podría ser el nivel de autoconciencia.
A ver si me explico… Es que para mí los escritos en que ambos «yoes» están cerca (Rayuela, por ejemplo) chirrían en cuanto el nivel de autoconciencia del «yo» real del autor es demasiado igual a la del «yo» ficticio. Es decir: el «yo» ficticio, me dice mi intuición, sabe menos sobre sí mismo, vive mucho más absorbido por su mundo, se toma a sí mismo desesperadamente en serio… como hacemos todos. Pero el «yo» real del autor, me dice mi intuición, tiene que ser capaz de mirarse a ese «yo» con distancia – eso no significa con frialdad, al contrario! Significa con esa compasión sabia y verdadera, tú sabes a qué me refiero, no?

Me dice mi idea que podrías encontrar qué es aquello de lo que no es consciente ese «yo» del texto – que, evidentemente, sólo encontrarás porque tú, Emi Pastor, sí eres consciente de ello. O viceversa, aún mejor! A lo mejor el «yo» ficticio tiene momentos de lucidez absoluta en que tiene más conciencia que tú, que yo, y que todos nosotros! A eso me refiero con «diferente nivel de autoconciencia».


No sé si precisamente tu búsqueda va en la dirección opuesta, en ver qué queda si ambos tenéis el mismo nivel de autoconciencia. O a lo mejor todo esto no se aplica por qué ni hay «yo» ni hay «Emi» ni hay caballos blancos ni jirones ni palabras ni huecos ni Ferranes a la brasa con madalenas.
Pase lo que pase, que lo disfrutes!

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