No puedo ser poco ambicioso. No sé cuántos dramaturgos van a buscar la esencia de la adolescencia, siento que a pesar de mis carencias estoy en el momento y lugar adecuados para afrontar esa tarea y voy a hacer todo lo que pueda. Que la adolescencia se estrelle contra el teatro a ciento setenta kilómetros por hora. Aquí van dos textos más:
algunas tumbas abiertas
a mis espaldas Barcelona
pero la noche que debe reducirse a la más pura violeta
no ha llegado jamás
la noche en que Guillem hubiera debido tener mil razones
para triunfar sobre los gritos que brotan en el atrio de su nombre
se ha quedado siempre un piso más arriba
sigo filmando mis cumpleaños en la mesa de vidrio
quiero hablar conmigo mismo pero no puedo
no he visto jamás la violeta fosforescente hacia la que me desmorono
el colchón que guardo como prueba irrefutable no es nada
es un colchón
los pájaros que arrastran a la gente hacia las discotecas no son pájaros
son flyers con descuento
si sigo obsesionado con mi idea la veré tres mil veces más
tres mil intuiciones no hacen una verdad
el teatro entonces no sirve
es teatro
desmiénteme
o vete
yo todavía me tengo que quedar un rato
*
Hablo con la cortina de la ducha. Me parece que está manchada de semen
No me confundo
Sí, sí, es verdad, es la única verdad
Hay maneras: son éstas
Seducido por mis moléculas he buscado
Ramificando en mi cerebro hacia Eso
La droga usada es la leche escasa de mi madre
exprimida en el último abrazo de mi niñez (junio 1997)
si no ves la farola doblada lo siento por ti
no puedo ser menos ambicioso que mis logros
me he encerrado en el cuarto de baño
no me confundo, a duras penas difundo
el éxtasis ha llegado de la mano del arcoiris
escalones del circo romano cuyos espectadores
éramos yo, Stephen Dédalus y Britney Spears
éramos animales salvajes
con opciones
cualquier cosa que hagamos ahora va a repercutir en el resto de nuestras vidas
él ha derretido sus alas y se ha sentado a esperar
ella clava tenedores sin parar en los codos de las adolescentes
yo, a punto de tener un ataque de estrellas
me he encerrado en el cuarto de baño del restaurante por terror a ser un héroe
y ahora soy el héroe del cuarto de baño
sí, sí, es verdad, es la única verdad
con ella puedo volver a abrir tu tumba si me dejas
o liberar un número indefinido de átomos
o colgar simulacros de suicidio en you tube
me queda una extraordinaria ansia de violencia
así que te pido trescientos veinte euros, no más por ahora
este cuarto de baño es mi mítica cuna y trinchera
desde donde a partir de ahora besaré o fracturaré todo lo lejano