¿Qué?
…
No, se equivoca.
Y no soy adolescente.
…
No se preocupe, no es molestia.
Adiós.
*
Sí, hola.
…
No, se ha equivocado otra vez.
Pero, ¿a qué número está llamando?
…
Entonces debe ser que anotó mal.
O algo.
…
Pero es que ese no es mi nombre, señora.
Y no soy adolescente, no sé por qué insiste con eso.
Adiós.
…
…
La verdad es que no creo que usted sea de la policía.
Y si lo es, se está equivocando de teléfono.
…
¿Qué?
(Miro por la ventana. Me alarmo.)
…
¿Esos coches son por mí?
Pero yo ni siquiera vivo aquí, estoy de paso unos días.
Mi amiga me pidió que le cuidara las plantas.
…
Pero, ¿por qué?
No voy bajar, me estaba duchando.
Adiós.
(Cuelgo, más por nervios que por otra cosa.
El teléfono vuelve a sonar inmediatamente.
Levanto el auricular y lo dejo descolgado.
Cambio de idea y lo cuelgo.
Pienso en…
Sí, tengo una idea: levanto el articular y marco el número de mi madre.
Tocan al timbre.
Cuelgo el teléfono. La verdad es que estoy asustado. Espero que el actor que me interprete sepa comprender este miedo que siento.
Vuelven a tocar al timbre con insistencia.
Golpean la puerta.
Abajo suenan sirenas de policía.
Voy a asomarme de nuevo a la ventana, pero cambio de idea.
De pronto, silencio.
Me acerco a la puerta, lentamente.
Me acerco a la mirilla.
Miro por la mirilla, ¡van a tirar la puerta abajo!
Me aparto rápidamente justo en el momento del golpe.
Es un golpe muy fuerte, se lo pueden imaginar.)
*
Un coche de policías va a toda velocidad por la N-II hacia el norte.
Yo voy detenido atrás.
*
Si he prestado poca atención a las playas y mucha al Amado Invisible
si he sufrido todo lo que era tuyo y resultó ser nada
me queda la atlántida.
Si abrí los ojos para ver la ambulancia que se acercaba
si por ti mismo te juré que no morirías nunca
si fui el que caminaba por la noche que empezaba y se agrandaba
si he sufrido todo lo que era tuyo y resulto ser nada
me queda la atlántida.
Si he besado por primera vez y he recorrido Alicante descalzo
si no pude prever el espectáculo en la calle ni el suicidio
si he perdido todo lo que me tiraron como una niña al agua
me queda la atlántida.