El pasado viernes 9 de noviembre se celebró la inauguración de la Exposición Steampunk: Futuros que nunca fueron, en el Museu d’Idees i Invents de Barcelona (c/Ciutat 7, Barcelona). Exposición, que por cierto, estará hasta mayo.
En dicha inauguración, se aprovechó para realizar una fantástica mesa redonda con el título “Arte y Creación Steampunk”, en la que pudimos contar con algunos de los artesanos y artistas de la exposición, comenzando por los joyeros Decimononic que vinieron desde Madrid expresamente, Maalev de Steampunk Studio, nuestro veterano tinkerer Cornelius Sagan, el ilustrador Teo Perea, el fotógrafo Xavier Mulet y otras personas muy interesantes como Marta y Humberto de Entropía Investigación Avanzada, señores de la editorial Gigamesh, y miembros de o relacionados con la comunidad Steampunk de Barcelona, entre otros.
Fue una mesa redonda fluída y dinámica, en la que expresamente quisimos caer en los puntos de debate que se referirán de forma espontánea, desde la simple definición de la naturaleza del Steampunk, como se plasma en el arte y la creación, y los debates que actualmente observamos en las comunidades internacionales.
Al inicio presentamos el trabajo de Decimononic, no sólo como joyeros, sino también como difusores del movimiento a nivel internacional, especialmente la puesta en relación mediante entrevistas y reportajes a otros joyeros, creadores e influenciadores de la comunidad Steampunk Internacional que nos hablan sobre diferentes visiones sobre la joyería y la creación en el Steampunk.
Y es que, si una cosa quedó clara durante la mesa redonda, además de lo que ya sabíamos o intuíamos antes de ella, es que el Steampunk sufre de múltiples debates donde su definición queda difusa. Comenzó como un género literario claro, y desde la anterior década cuando se dio su evolución, junto a la integración, fusión y convergencia con otras ideas y tendencias, se ha “liado” también con intereses diversos, en pos de la evolución en comunidad. Es lo que se pudo ver en el The Great Steampunk Debate, promovido por la Steampunk Magazine, donde se trató de llegar a un concilio sobre qué era el Steampunk con más bien poco éxito, lamentablemente.
Decimononic (compuesto por J. “Fran” Alfaya e Irene López) opinan que Internet no sólo es uno de los aliados de la difusión del Steampunk, sino que, para ellos, es un gran aliado para el creador: tanto para aprender, para compartir, para estar en contacto, así como para darse a conocer a un gran público.
Mientras tanto, algunos de los participantes de la mesa redonda opinaron que también Internet puede ser un gran enemigo, pues distorsiona la visión tanto del Steampunk general, como de lo que algunos creadores y artistas Steampunk profesionales hacen.
Decimononic también dejó un comentario basado en su observación. Ven más movimiento a nivel creativo, y el Steampunk volverá a ir al alza, sobre todo en esta línea.
Como se decía, el Steampunk tiene unos pilares que al menos los investigadores y “scholars” podemos descubrir y analizar, pero en la comunidad internacional, y en redes sociales, esos pilares no quedan claros, y sobre todo, no están desarrollados y madurados, una cuestión que algunos “steampunks” han denunciado, dejándolo inestable y susceptible.
En este punto de la mesa redonda se habló sobre si el Steampunk no era un simple movimiento estético -entendido sobre todo en la moda- pero la mayoría de los presentes fuimos más del parecer que, aunque es cierto que lo estético es lo que crea reclamo y atracción del público, e incluso hay creadores (sobre todo diseñadores) que trabajan sólo esta línea, con un análisis elaborado, se pueden hallar dichos pilares que sostienen una estética con capacidad a abrirse a muchas líneas.
Y es que, como bien apuntaban entre otros los chicos de Decimononic, una de las cuestiones que quedan pendientes es llegar a algún tipo de entendimiento común, concilio, sobre cómo la creación y por extensión el arte Steampunk operan. En la actualidad el constante debate sigue siendo un terreno ardiente, donde, sin pelos en la lengua debe decirse por necesidad, algunos “barren para su casa” e incluso tratan de “convertir” ideas divergentes o incompatibles con la base original del Steampunk. Ahora bien, es cierto que es muy positiva la evolución -como se decía, de hecho, se necesita.
Y es que, como se apuntó, otra de las cuestiones que precisa el Steampunk es la delimitación -sin remordimientos- en la definición. Muchos “scholar” y Steampunks anglosajones han tenido, o al menos tuvieron, reticencias a poner límites por miedo a delimitarlo siendo éste demasiado joven, así como a convertirlo en un territorio elitista y poco creativo.
Aquí se inició otro punto interesante. La visión del Steampunk como algo “friki” a nivel español, y “geek” a nivel internacional. La palabra “friki” en España se asocia a dos conceptos distintos: uno es al “geek” anglosajón, una persona que gusta sobre todo de los géneros fantásticos y la ciencia-ficción, e incluso se “obsesiona” (como dice el DRAE actualizado) con algún tema específico, como una película o un director, una serie, un cómic o un dibujante, o incluso con la tecnología y la informática. Su trasfondo cultural se basa en gran parte en estos ámbitos, que valga decirse, estamos en un momento donde comienzan a tener buena aceptación en la sociedad, aunque en la española sigue habiendo bastante reticencia a aceptar incluso el cómic como una forma de arte no exclusiva a los niños.
Por otro lado, el “freak” es esa persona excéntrica que llama la atención por su forma de expresarse, de darse a notar.
Dos conceptos distintos pero que acaban fusionados en un mismo discurso especialmente en España. Y el Steampunk, al tener un trasfondo en la cultura pop fantástica, se inspira en la ciencia-ficción anglosajona y francesa, y sus seguidores juegan con el Steampunk a nivel creativo y como una fórmula de ocio, como por ejemplo esos encuentros eventuales donde se visten con sus propias creaciones, o transforman de forma poco convencional objetos incluso a nivel amateur, por puro interés y enriquecimiento personal, es observado como ese “elemento friki” en todos los aspectos.
NOTA EDITADA 22 de noviembre: En vista que han habido malentendidos y sobretodo interpretaciones suspicaces entorno a estos últimos párrafos hasta este punto, quisiera aclarar, como moderadora de dicha mesa redonda lo siguiente. Ninguno de los presentes en ésta consideramos como negativo, ni despreciante, que haya gente que le guste vestirse para ocasiones puntuales, hacer cosplay -llamadle como quieran o prefieran de manera que les siente más cómodo, ya que hay perspectivas, matices y aplicaciones diversas dentro del propio colectivo- de Steampunk. De hecho, algunos de los presentes lo practican o practicaron en reiteradas ocasiones. Los presentes en esta mesa redonda, algunos de los cuales se identifican como miembros del movimiento, consideramos por sobreentendido el aspecto social y cultural de todas las personas que participan en el Steampunk creando, sin importar la finalidad individual que puedan tener, por tanto, creo que cualquier lector podrá entender que sería absurdo apartar, ocultar o despreciar a dichas personas que practican el Steampunk y aplican uno de los principios del movimiento, que es el Do It Yourself.
Como también redactora de este resumen, siento si la concadenación de la cuestión sobre los que practican vestuario con la cuestión friki haya podido crear unas alarmas de mayor suspicacia. Cuando hablamos de lo “friki” sabemos que este concepto se aplica en todo el movimiento, con lo que conlleva, con lo que queremos decir que no sólo están afectados los “que visten”, si bien se usó el ejemplo nada más y nada menos que para indicar que es, sin duda para al menos los presentes, el aspecto más vistoso, popular a la par que excéntrico a ojos de lo “mainstream”, de los medios, pero en ningún momento quise indicar que se opinara en esta mesa redonda que, por tanto, debe despreciarse a esas personas que visten, practican cosplay eventualmente, o manifiestan visiblemente el Steampunk. También el creador que crea rayguns y esculturas, o el que se dedica a pintar mundos retrofuturistas en vez de cuadros conceptuales, el que escribe sobre inventores que dan vida a muñecas autómatas a pesar de poder ser publicado en editoriales de gran peso, o el que modifica su ordenador al estilo es igualmente visto como “friki”, repitiendo, por el hecho de asociarse a un imaginario “geek” y excéntrico. Por tanto, creo que todos comprenderán que a todos los que participan del Steampunk les afecta esa visión negativa, y no viene dada porque haya gente que decida crear, dar rienda suelta a su creatividad sea por enriquecimiento personal y lo practique mediante la vestimenta en acciones públicas, haciendo cosplay o como prefieran llamarle. Finalmente, aclarar que esto es una mesa redonda, cuya finalidad es debatir y reflexionar. Aquí no hay interés en crear unos estándares, ni crear unas bases, ni imponer absolutamente nada. Fin de la nota.
Se observaron 4 tipos de perfiles del Steampunk a nivel nacional e internacional: el artista; el artesano o creador; la persona que “sólo está en esto” para crear un vestuario, tal vez un personaje, y hacer encuentros extraordinarios para “recrear juntos una experiencia que les transportará a un futuro pretérito que nunca fue” (que en este caso es una gran parte de los seguidores del Steampunk, otros comienzan a partir de aquí), y el teórico, académico o “scholar”, que puede operar también en otras esferas pero se enfoca sobre todo a entender el movimiento, investigarlo, divulgarlo,…
La relación del Steampunk con el “frikismo”, estuviéramos de acuerdo o no, concordamos, por un lado, que oculta todo ese transfondo crítico que guarda ya incluso en su propia esencia -pero como alguien apuntó, incluso aquella persona que se encandila con el Steampunk y comienza a transformar objetos que tal vez habría deshechado y disfruta creando un personaje e investigando elementos históricos, ya toca esa esencia del Steampunk conscientemente o no.
Por otro lado, al menos en España es un punto de reticencia para los artistas y creadores profesionales a entrar en el plano creativo y activista del Steampunk y trabajar con la comunidad a nivel de documentación, de generación de ideas y proyectos, de colaboración física, por ese concepto asociado negativo. Sobre todo miedo a etiquetarse “Steampunk”
Por ejemplo, expliqué el caso de Antigua i Barbuda, una compañía escénica que trabaja con una estética muy decimonónica y en muchas ocasiones retrofuturista, crea grandes invenciones con material incluso reciclado (como los asientos hechos con tazas de váter deshechadas para la noria) que evocan a las ferias de antaño, o a extrañas invenciones.
Aquí introduje la idea de que el trasfondo cultural y creativo de cada área podría propiciar la forma en que el Steampunk se expresa regionalmente. Véase como en Francia, por ejemplo, donde la fantasía y el folklore se ha integrado con el imaginario tecnocientífico y el mundo del espectáculo, y tenemos referentes escénicos inmediatos como Les Machînes de l’Ille de Nantes, los cuales tienen como referentes las invenciones imaginadas por Verne (como por ejemplo el elefante mecánico del Sultán) que se hizo con motivo del centenario del escritor.
También se comentó la cuestión del idioma, y es que la mayoría de la información teórica y de literatura Steampunk sigue estando en inglés, por lo que, posiblemente, sólo se perciba sobre todo lo visual y quede sensación de que es algo meramente estético.
Por encima también se comentó la cuestión de los materiales y las técnicas. En parte debido a la indefinición y la ilimitación de lo que supone el arte estrictamente “arte” y estrictamente “Steampunk”, en el Steampunk se trabaja con una gran variedad de materiales.
Algunos, como Cornelius Sagan, sostienen que el trabajo en plástico y con materiales más modernos, en su exceso, pueden suponer una contradicción a lo que supone el Steampunk: el trabajo con materiales asociados al siglo XIX y la Segunda Revolución Industrial (esencialmente metales, madera, cristal, tejido, cuero,…), el uso de dichos materiales que sean difíciles de volverse “obsoletos”, y el uso de materiales y objetos reciclados, mientras que, sobre todo el plástico, representa un material que se asocia con nuestra cultura consumista, con lo que se vuelve obsoleto rápidamente, y se asocia con el petróleo -un combustible que quedaría excluído según la visión más retrofuturista del Steampunk.
En cuanto a técnicas, se habló de la cuestión “Antigua i Barbuda” -uso de técnicas, formatos y fórmulas que fusionan lo tradicional con lo contemporáneo- y se aprovechó para presentar el trabajo del fotógrafo Xavier Mulet.
Su trabajo es el único de la exposición que no se autoclasifica como Steampunk, pero es la perfecta síntesis de técnicas y formatos tradicionales y antiguas -concretamente de fotografía- con conceptos contemporáneos. Nos estuvo explicando como todo el análisis y la investigación en la Historia de la fotografía, sus técnicas y artistas coincidieron con algunas ideas y proyectos que tenía en mente, y como se decantó por el uso en este tipo de técnicas como el daguerrotipo, ambrotipos,…
La mesa redonda se dejó en un punto donde quedaron muchas reflexiones por hacer, preguntas abiertas, y es que comenzábamos de nuevo a entrar en un bucle de debate sobre qué es el Steampunk, la separación de creación y arte en éste,… ¡Nos encontraremos tal vez otro día para hablarlo!
Por lo que veo en la crónica me hubiese gustado mucho estar presente en la charla, porque estoy muy de acuerdo en lo que se comenta. Sobre todo en lo que se comenta de que se precisa delimitar la definición para proteger el movimiento.
La parte creativa seguirá creciendo y el Steampunk no tardará en ver un boom que precisará de esa delimitación para que no se pierda.
Su plasticidad y maleabilidad es si mayor atrayente, pero también puede convertirse en su peor aliado si no se controla bien.
¡Enhorabuena por el éxito de la inauguración!
Muy enriquecedora la narración de esa mesa redonda y estupenda cronista como siempre la escritora. Cuando leo lo de amigos y enemigos en la red, aunque uno siempre quisiera como Miss Congeniality la paz mundial (hasta del sp) pero es reconfortante saber la calidad en la obra y de persona de quienes se alían junto a uno y en contra.
Lo de los teóricos y scholars creo es a lo que se refiere Bruce Sterling en el Manual del Usuario Steampunk, a ese 10% y cito:
“…However, you may possibly be one of those troublesome 10 percent guys, not just in the scene but creating a scene. Frankly, the heaviest guys in the steampunk scene are not really all that into “steam.” Instead, they are into punk. Specifically, punk’s do-it-yourself aspects and its determination to take the means of production away from big, mind-deadening companies who want to package and sell shrink-wrapped cultural product.” (http://2008.gogbot.nl/thema/)
Muy buena y acertada cita.
De Steampunks más punks que steam, al menos en España, no hay muchos, y sería interesante ver más de este tipo, especialmente siendo artistas.
Coincido con Josué al decir que también me hubiese gustado estar ahí para poner un grano de arena en la charla. por supuesto que coincido con el Sr Alfaya e Irene en que internet es un aliado cuando se sabe utilizar sus ventajas y como opinaron otros en la mesa es un enemigo, pero solo cuando no se tiene una visión más abierta.
Creo que hay quienes se sienten scholars sin serlo y que entre los steampunks en español existe demasiado ego, que auqnue en el mundo anglo sajon también hay diferencias están pasan más de lado sin necesidad de hacer un culebrón.
La definición me parece clara y muy acertado el tema del “frikismo” creo que esa es una especie de capa de algunos seguidores del steampunk mientras que otros se convierten en la especie más recreacionista y unos pocos en la parte media. Si logramos establecernos y colocarnos en ese punto intermedio la mayoría de scholars y promotores del steampunk y no de loq ue entendemos como “nuestro steampunk” sería menos difícil dar el paso.
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