sobre «La consagración de la primavera» de Roger Bernat

Me puede parece interesante la reacción de Quim, “Eichmann en el Lliure“, en el entorno de la propuesta de Roger Bernat, y no acabo de entender la dirección que toma su texto al final, un tanto exaltada …

La consagración de la primavera se transita como una ruta turística, y dentro de que esto plantea una forma de participación que llega a matar la participación, yo disfruté del sutil aburrimiento de lo predecible …

Me interesa la idea de Roger, en cuanto que la veo como una imposibilidad. Y en esa imposibilidad de entrar, de creer, del sentido en un grupo que no lo es, en una coreografía que te da igual, lo que acudía a mi era la risa, la broma, ¿quién te dice que estás haciendo de Aurora y no de Caperucita?, y ¿da igual …?

Todo ese artificio le pone a uno en una situación tan real como ridícula, “porque el secreto de la historia no reside en la verdadera convicción, sino en la capacidad que la praxis ejecutiva, la acción pura e irreflexiva posee de engendrar falsas convicciones y respuestas incorrectas que parecen justas.” me gusta este trozo de Roberto Fratini sobre Dominio Público. También en este texto Roberto Fratini habla de la pantomima de la victima y el tirano, que relaciono con el texto de Quim.

Disfruté especialmente de un primer momento en el que no salía nadie (una manera de parar la máquina), de otros momentos de observación provocados por la diferente información de cada canal de audio, y de la manera en que se nombran las acciones (de lo que se podría hablar también). luego, me senté un rato a contemplar aquella consagración sui géneris.

Por otro lado, como decía al principio, el conjunto de la propuesta no permite que la ejecución de las diferentes acciones obtenga resonancia; y se queda uno con un saborcillo de producto de fábrica en el que, como intérprete, puede uno sentirse más usado que partícipe  … igual si al final regalaran un dvd con la consagración de cada noche  …y es esto precisamente lo que también resulta interesante, no hay dvd, no hay registro, no hay público, se convierte casi en un ejercicio de alto riesgo, tratar de la ejecución de esas acciones entre nosotros, para qué, para nada, paralaje …

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11 Respuestas a sobre «La consagración de la primavera» de Roger Bernat

  1. roger dijo:

    RESPUESTA A LA CRÍTICA TITULADA «EICHMANN EN EL LLIURE»
    NOTA: Esta es la respuesta a la crítica que Quim Pujol colgó en su blog de Tea-tron. Desgraciadamente ese blog no admite comentarios, así que cuelgo la respuesta gracias a la hospitalidad de Elena Albert. Y, de paso, me pregunto cómo alguien que me tacha de totalitario puede tener un blog con los comentarios bloqueados (al menos la prensa clásica los recibe a través de las Cartas al Director. Ver para creer).
    Ahí va:
    Quim Pujol me compara a Eichmann (teniente-coronel de las SS) y, de paso, insinúa que La consagración de la primavera que he dirigido junto a un grupo de artistas mexicanos y chilenos es una pieza fascista. No doy crédito. El texto es grotesco y sobreactuado pero merece una respuesta, aunque ésta tenga que ser albergada en el blog de otra persona. Porque me pregunto ¿qué coño tiene que ver el nazismo con la Consagración?
    Todos tenemos en la memoria los espectáculos totalitarios que nos ha dejado el siglo XX. Desde el congreso de Núremberg a las paradas militares de las dictaduras del proletariado. Son grandes espectáculos con una estructura cerrada donde se persigue la hipnosis del espectador a través de la fascinación que produce el gesticulante aparato escénico de luz y de color. Sus discursos son unívocos y el espectador es galvanizado contra la duda. ¿Qué tienen que ver esos estilemas con la Consagración? La Consagración enfrenta al espectador a una AUSENCIA. El espectador entra al escenario y allí no hay NADA. Todo va a tener que ser construido para generar un FANTASMA, el fantasma de la memoria de la coreografía de Pina Bausch y, a la vez, el fantasma de nuestra propia coreografía, la de los que estamos construyendo el espectáculo. Nada se afirma delante del espectador, todo va a tener que ser imaginado. Por otra parte el andamiaje de la Consagración es siempre visible. No hay ninguna herramienta que vaya destinada a producir la fascinación acrítica puesto que va a ser el espectador que construya toda la ficción.
    Sí, es verdad que en el espectáculo hay aproximadamente 1000 órdenes repartidas en 3 canales que los espectadores tienen que seguir (si les apetece). En todo caso, infinitas menos de las que se necesitaron para realizar las históricas coreografías de Diaghilev, Maurice Béjart o Pina Bausch, en las que más de 30 intérpretes tuvieron que seguir las órdenes de sus coreógrafos para realizar lo que meses más tarde iba a ser representado ante el público. No creo que nuestro empelucado crítico tachara de nazis a esos coreógrafos por el simple hecho de hacer una coreografía. Es más, esos coreógrafos, como muchos de los que se dedican a la construcción de espectáculos, no sólo dictaron el movimiento de sus intérpretes sino que también dictaron el movimiento de la pupila de los espectadores decidiendo intensidades de luz, entradas y salidas de los intérpretes, etc. La mirada del espectador siempre está dirigida por el que construye el espectáculo.
    La única diferencia es que la Consagración que he dirigido problematiza esta relación. El espectador de mi Consagración tiene que decidir a cada momento si se echa al ruedo o no lo hace, tiene que interpretar cada orden, no sólo para entender lo que se está pidiendo sino para realizarlo desde su propio cuerpo y, finalmente, tiene que interpretar lo que el conjunto dibuja, la coreografía que entre todos se está realizando. Tal y como apuntaba una psicoanalista, la Consagración opera sobre el espectador como un análisis. El espectador tiene que atravesar el fantasma de su propio deseo. Se enfrentará a la necesidad de ver un espectáculo puesto que el espectáculo nunca estará frente a él, sobre el escenario, y eso lo hará preguntarse una y otra vez sobre su papel de espectador, sobre aquello que especta.
    En este sentido, muy a pesar de Quim Pujol, el espectáculo funciona a las mil maravillas puesto que su histriónica crítica no deja de ser el síntoma que se desprende de su incomodidad de espectador y habla, mas que del espectáculo, de su particular neurosis. Quim Pujol quiere ser diferente. Quim Pujol no quiere hacer lo mismo que hacen los demás espectadores y eso lo lleva a «cruzar el escenario a la pata coja» (sic). La búsqueda de la diferencia siempre fue un drama de salón y las revoluciones de salón suelen ser «a la pata coja». El verdadero drama es el otro, el del que tiene que reivindicar la igualdad. Y el espectáculo persigue ese sentimiento integrador a través de la danza.
    El baile colectivo que se producía en las celebraciones dionisíacas, saturnales o carnavalescas tenía un efecto integrador e individualmente emancipatorio que las clases dirigentes siempre vieron con desconfianza. Por eso se fue prohibiendo. La Consagración retoma ese aspecto emancipatorio de la danza (antes de que ésta fuera convertida en un placer para ser visto y no para ser vivido) y Quim Pujol se coloca del lado de las clases dirigentes, por algo lleva peluca, signo que distinguía a los nobles del populacho. Por eso mismo su ceguera con respecto del espectáculo es ideológica y no circunstancial. Quim Pujol se ve a sí mismo como CRÍTICO y para justificar su posición jerárquica en la pequeña corte de TEA-TRON no puede ser un mero espectador que, como los demás, se embriaga con la música de Stravinsky.
    Desgraciadamente se han hecho habituales los discursos críticos encerrados en el laberinto del propio ombligo. Es patética esa ceguera y muy elocuente el exaltado estilo en que se expresa. A veces el estilo explica mucho más que las palabras en sí mismas. ¿No es acaso la vacía pirotecnia verbal que invoca al mismísimo Eichmann donde SÍ se encuentra el estilo del fascismo espectacular? ¿No es acaso en ese rasgarse las vestiduras y hablar de Terror ante la «autoinmolación de la sociedad» donde está la amanerada sobreactuación de la retórica totalitaria? ¿Tener un blog de crítica sin aceptar comentarios que promuevan el diálogo no es acaso un gesto mucho más explícito que cualquier discurso? Si al menos tuviera la gracia de Albert Speer…

  2. Pingback: No comment at Quim Pujol

  3. roger dijo:

    ¿Pero qué tipo de comunidad es Tea-tron que, en una discusión entre dos personas, la primera (quim pujol) publica las reflexiones en lo alto de la página, en negrita y con foto y la otra parte (yo) tiene que publicar en un espacio residual cedido a la fuerza por Elena Albert? Y que nadie me diga que tengo que abrir un blog en Tea-tron para poder expresarme. Al final esto no va a ser una comunidad sino un club de monologantes… y escaparate de unos pocos. ¿Tan difícil es aceptar el diálogo? ¿Tan duro es escuchar las reflexiones de quien no piensa como tú? ¿El ejercicio de la crítica no tendría que aceptar también el ejercicio de la contra-crítica? ¿No hay un blog en esta misma «comunidad» que se llama la crítica de la crítica? Hace ya 2.500 años que Alceo de Mitilene escribió «Si vas a decir lo que quieres, también vas a oír lo que no quieres» y parece que deberíamos seguir escribiéndolo cientos, miles de veces…

  4. A:\> dijo:

    Cierto. Aunque increíble. Flota en el aire un «sentimiento de comunidad mal entendido». Precisamente lo contrario de lo que me parece que «La Consagración de la primavera» pone sobre la mesa, en las manos del público. En tus narices.

  5. anónimo dijo:

    Como público he sido tratada como borrega por este chaval y no le puedo contestar ? Lamentable situación.

  6. Masu dijo:

    Hola, bueno al fin tengo espacio aunque bajo mi punto de vista no el adecuado, para exponer a colación del texto Eichmann en el Lliure, que la vía desarrollada por Roger B. tras Domini Public, me parece genial. Pensando la diferentes evoluciones que presentaba Domini Public como la dimensión social, (que funciona casi como un documento vivo según el sitio donde se va representando, etc.) El nacimiento de la Primavera de Roger Bernat me parece un espectáculo cerrado en el buen sentido, más comapacto, donde esta dimensión social sigue curiosamente existiendo pero a otra escala. Ahora sí que somos el espectáculo en toda regla, la exposición es absoluta y la confrontación es parte del juego. El espectáculo es nuestro y nosotros somos el espectáculo. Puedes cambiar de canal si el tuyo es poco activo, quitarte los zapatos para ser parte del grupo de baile, o ser espectador pasivo. Lo interesante es a sensación de querer sentirte parte del grupo de la comunidad y este sentimiento casi primitivo hace que tengamos la tentación de seguir la danza casi en un sentido de ritual (antropológico) Decidir sobre la marcha, atreverse o no a forma parte es decisión individual de cada uno, esto le da riqueza, lo extraña todo. Lo interesante es que siempre pase lo que pase allí se genera algo potente. ( por cierto seguro que a nadie habrá entendido si alguien cruza a la pata coja que eso no esta dentro del juego, de la danza ) Muy interesante sobre todo hablar con la compañía en cuanto a la diferencia recepción del trabajo según los contextos, puesto que ahora el contexto es el espectáculo. Desde mi punto de vista, (y mira que empecé ya desde hace mucho con «El nacimiento de la primavera» de Xavier Leroy que vi en elTanz in August 2008), la apuesta de FFF es muy buena, sobre todo porque detrás hay conocimiento de lo que se está queriendo proponer a muchos niveles y eso se nota. Enhorabuena equipo. he visto los solos de danza más bellos que en mucho tiempo !

  7. Mucho lirili dijo:

    «Un troll o trol es un vocablo de Internet que describe a una persona que sólo busca provocar intencionadamente a los usuarios o lectores, creando controversia, provocar reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, o bien provocar flamewars, enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí. El troll puede ser más o menos sofisticado, desde mensajes groseros, ofensivos o fuera de tema, sutiles provocaciones o mentiras difíciles de detectar, con la intención en cualquier caso de confundir o provocar la reacción de los demás.

    Aunque originalmente el término solo se refería a la práctica en sí y no a la persona, un desplazamiento metonímico posterior ha hecho que también se aplique a las personas que presuntamente incurren en ese tipo de prácticas. Su origen etimológico más probable evoca la idea de «morder el anzuelo» (troll es un tipo de pesca en inglés)»
    Para mucha gente, la característica distintiva del comportamiento de un troll es la percepción del intento por trastornar a la comunidad de algún modo: escribir mensajes incendiarios, sarcásticos, disruptivos o humorísticos destinados a arrastrar a los demás usuarios a una confrontación infructuosa. Cuanto mayor sea la reacción de la comunidad, más probable será que el usuario vuelva a comportarse como un troll, pues irá creyendo que ciertas acciones logran su objetivo de provocar el caos. Esto ha hecho que surja el protocolo a menudo repetido en la cultura de Internet: «No alimente al troll» (Don’t feed the troll).» Más información en
    http://es.wikipedia.org/wiki/Troll_%28Internet%29

  8. Mucho lirili y poco lerele dijo:

    Pero lirilli, si nos llamamos parecido!
    ¿Pero que engreída-o se empeña en parecer siempre estar por encima del resto de los usuarios y sus opiniones? Lirilli, ya no queda bien utilizar wikipedia para desviar la atención, creo que los usuarios no somos tontos.

  9. Enrique Márquez Ruibal dijo:

    Interesante y argumentado comentario firmado por Pablo en el blog de Roger Bernat sobre el post Respuesta a Quim Pujol: http://www.rogerbernat.com/debates-conferencias-clases/1094/#comments

  10. rosa dijo:

    Pues yo no estoy segura vamos, pero le doy yo 1000 órdenes al Jorge Albuerne con el que estoy currando ahora y se me caen los dientes de la hóstia que me mete neng que tiene músculos pa repartir. Opinar siempre es delicadisimooo cuando uno se sincera y se moja. El artistico es el mundo de las susceptibilidades y de los egos, por eso uno lucha muchas veces por no largarse e intentar ser feliz de otra manera más sana.Tambien es cierto para mi que el lenguaje verbal para hablar de arte es un sistema a veces insuficiente, inadecuado y que puede llevar a confusiones o inexactitudes. En fin no sé, pero esto tenia que pasar algun dia, somos aqui mucha gente y las discrepancias son naturales.Tampoco es tan grave, los pollos tal como se montan se deshacen.

  11. Mucho lirili y poco de todo dijo:

    Relaciones de poder son “el modo en que ciertas acciones pueden estructurar el campo de otras acciones posibles” (FOUCAULT, Michel. (1998)

    http://es.wikipedia.org/wiki/Relaciones_sociales_de_poder

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