2ª sesión (08/02/2016)

saliva

Nos internamos en las glándulas salivares.

El tejido glandular tiene la capacidad de modificar su medio expulsando iones, agua y macromoléculas. En el tejido glandular el metabolismo y la organización están especializados en el transporte, elaboración y liberación de macromoléculas.

Funciones de las glándulas salivares
• Lubricación del alimento para la deglución.
• Humidificación de la mucosa bucal imprescindible para el habla.
• Suministro de solvente acuoso para la percepción de los sabores.
• Sello líquido para la succión.
• Secreción de encimas (amilasa)
• Suministro de hormonas y sustancias: Serotonina, glucagón, agentes antimicrobianos.

He pensado en la saliva como una condición imprescindible del lenguaje. Así entramos en ellas.

Las glándulas
1. Parótidas: Glándula de mayor tamaño. Ubicada debajo del conducto auditivo llega hasta la mandíbula. Desagua a través de un conducto que llega al segundo molar superior.
2. Submandibulares: Debajo de la mandíbula, en contacto con la piel. Desaguan a través de conductos a los lados del frenillo
3. Sublinguales: Debajo de la lengua. Son del tamaño de una almendra. Se encuentran entre el músculo milioideo y la mucosa de la boca. Desaguan a través de un montón de pequeños conductos en la base de la boca.

 

PABLO
A raíz de la idea de destrucción del tiempo, y de la esa sensación de animalidad que les comenté el otro día entre serpientes y peces, me acordé de “El sur” de Borges, en donde dice:

«Recordó bruscamente que en un café de la calle Brasil había un enorme gato que se dejaba acariciar por la gente, como una divinidad desdeñosa. Entró. Ahí estaba el gato, dormido. Pidió una taza de café, la endulzó lentamente, la probó (ese placer le había sido vedado en la clínica) y pensó, mientras alisaba el negro pelaje, que aquel contacto era ilusorio y que estaban como separados por un cristal, porque el hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del instante.”

Y pensando en ese contacto ilusorio y en que el Nirvana queda muy lejos de occidente, me acordé de Barthes:

«El lenguaje es una piel: yo froto mi lenguaje contra el otro. Es como si tuviera palabras a guisa de dedos, o dedos en la punta de mis palabras. Mi lenguaje tiembla de deseo. La emoción proviene de un doble contacto: por una parte, toda una actividad discursiva viene a realzar discretamente, indirectamente, un significado único, que es “yo te deseo”, y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace estallar (el lenguaje goza tocándose a sí mismo); por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras, lo acaricio, lo mimo, converso acerca de estos mimos, me desvivo por hacer durar el comentario al que someto la relación.”

ELENA

Una de las principales funciones de este líquido es la de hacer posible la articulación del lenguaje. Así es que en esa búsqueda de dar cuerpo a lo que construye el lenguaje entramos en ellas. No hemos abandonado la lengua aún, solo hemos mirado a su compañera inseparable, antes de entrar en la idea de la articulación.

Casi todo lo que pasó en la sesión de ayer tuvo que ver con este líquido quecada uno sentía y producía de una manera diferente. Con la saliva entró el pensamiento en torno a lo seco y a lo húmedo en el cuerpo, como si este cambio de estado pudiera marcar el límite entre el dentro y el fuera. Al aparecer el límite apareció también el desbordamiento y la boca como receptáculo. El acto de tragar.
Un momento potente del trabajo fue en el que decidimos retrasar al máximo el acto de tragar nuestra saliva. Ahí se abrieron dos mundos, el de impedir un acto necesario y casi reflejo (una contradicción jodida), y la convivencia con ese líquido su posesión, su cavidad y su desbordamiento siempre placentero.

Algunas notas

¿Secamos la boca hasta hacer imposible el lenguaje?
Pensar en lo húmedo y en lo seco de la boca como síntoma o como suceso cambia la naturaleza de lo que veo.
¿Todos los procesos de articulación del cuerpo necesitan humedad? la palabra, los cartílagos articulares….
Me decía Cristóbal que el envejecimiento del cuerpo es un proceso de deshidratación paulatina.
Aparece el verso del Eclesiates: «Que me abreve de besos tu boca».
Los labios se vuelven brillantes y las caras cóncavas.
La saliva aparece como la primera posesión del cuerpo, lo primero sobre loque podemos decidir, lo primero que podemos guardar o verter. Jesús
Podríamos no tragar en un tiempo muy muy dilatado. Elena
Solo cuando dejamos que la saliva se apoye cerca del Istmo de las fauces aparece el deseo de tragar.

Pequeña lectura sobre la ausencia del lenguaje
«El goce es la disolución de los miembros en sus medios, reabsorción en su fin. En la alucinación de satisfacción, la vida ha terminado, la vida es recompensada, el tiempo es destruido. Es el nirvana. En el nirvana, el lenguaje mismo se retira. Eximirse del leguaje, no ser uno mismo, no pensar, no desear, eso es el nirvana. Lo que el budismo llama nirvana es la implosión disolvente del sujeto en el no deseo.»
Pascal Quignard El nombre en la punta de la lengua.

Esto no quiere decir que ayer nos topáramos con el estado de nirvana (ni de coña), pero eso sí, disolvimos nuestra lengua y nuestro lenguaje en su propio medio.