Habría muchas maneras de empezar a mirar el acto de respirar. Decidimos una: escuchar esa respiración mínima que nos mantiene vivos, ese movimiento involuntario que podría producirse tan solo con la tensión y la relajación del diafragma.
Respiramos porque cada una de nuestras células necesita el oxígeno para producir energía. Respiramos porque al producir esa energía cada célula necesita deshacerse del dióxido de carbono (levemente tóxico).
Respiramos porque necesitamos poner el interior del cuerpo en contacto con el aire para que ese intercambio se produzca. La superficie respiratoria que cobija el cuerpo mide cerca de 200 metros de cuadrados (inimaginable tanto espacio dentro de nuestro cuerpo), respiramos para que el aire recorra toda esa oquedad, una pared fina, inmensa, húmeda y llena de capilares. La sangre hará el reparto a cada uno de los espacios a los que no llega el aire.
“El alma, se dice en ellos viene del universo para entrar en los animales, cuando respiran, siendo transportada por los vientos” Orfeo
El diafragma I. El mínimo movimiento
El aire entra en el cuerpo porque se produce una diferencia de presión. Inspirando hacemos sitio con la musculatura respiratoria para que la porosidad de los pulmones se abra y el aire entrado dentro, nivele la presión de nuestro cuerpo con la del exterior. Que el aire salga de nuestro cuerpo, la espiración, es un acto pasivo, simplemente esos músculos dejan de hacer.
De la Anatomía de Gray
“La respiración es un proceso abdominal y torácico, altamente coordinado, en el que el diafragma es el músculo inspiratorio principal responsable de unos dos tercios de la capacidad vital”.
El diafragma es uno de los grandes músculos, solo empezamos con él, solo llegamos a ver donde se inserta: vértice del esternón, seis últimas costillas, la primera vértebra lumbar. Comprendemos los pilares en los que se agarra esa gran cúpula que divide el cuerpo en dos espacios: el torax y el abdomen; respiración/ latido y vísceras.
“La excursión diafragmática mide aproximadamente 1,5 cm en la respiración tranquila; en la respiración profunda entre 6 y 10 cm”.
Hoy solo le hemos pedido al diafragma ese centímetro y medio de desplazamiento. En el viaje de ese centímetro y medio se pasaron cerca de dos horas de trabajo, parecía que todo se desdobla.