roberto fratini serafide

El «hola» más cordial a todos los usuarios de Teatron. Soy Roberto Fratini: seguro me he cruzado con muchos de vosotros. Hace unos años empecé a delirar desde el ámbito de la teoría sobre las relaciones entre danza y narración, para ver si existían, de entre los parámetros del narrar, algunos que permitieran entender mejor el desarrollo de la danza en el siglo XX, y sus derroteros poéticos en la actualidad. La idea era encontrar una teoría «elegante» que, a partir del parecido entre el «gesto de contar» y el «gesto de danzar», unificara en un único marco, relativamente sencillo, fenómenos que en el panorama de creación de la actualidad pueden parecer muy distantes, y así trazar un mapa (totalmente provisorio, pero conceptualmente prometedor) de las infinitas fluctuaciones, tergiversaciones, malversaciones que se han producido, en la modernidad y posmodernidad, entre Cuerpo y Cuento. El resultado es un libro (bastante extenso, lo admito), titulado «A Contracuento. La danza y las derivas del narrar», publicado por el Mercat de les Flors, el Centro Coreográfico Galego y el Institut del Teatro, en la colección «Cuerpo de Letra». En el libro se habla de muchas cosas: nubes, nenúfares, espumas cuánticas, alfombras, campos de batalla, tempestades, derivas, éxtasis y metástasis (lo digo para que no se piense que sólo es un enjundioso texto teórico). Y por cierto, se habla muchísimo de danza. He intentado escribirlo manteniéndome fiel a una idea algo poética, tal vez desordenada y condenadamente mía del ejercicio teórico. Pero puesto que en muchas ocasiones muchos han compartido mi visión turbulenta del pensamiento sobre danza y teatro, me gustaría que cuantos conocen mi trabajo (y cuantos, sin conocerlo, tienen curiosidad), leyeran el libro, me dijeran qué opinan de él, y eventualmente lo difundieran. Hasta ahora, por motivos de tiempo y salud, he aprovechado muy poco este espacio. Quisiera que el libro, y el debate que pueda suscitar, fuera la ocasión de volver a activarlo y, tras un encierro tan largo, seguir discutiendo con las personas. Mil gracias a los que se han tomado la molestia de leerme y escucharme. Hasta pronto. Roberto