Despues de una primera aventura con las seis participantes del MUY EXPERIMENTAL #1, intento dejar algún rastro de lo que pasó y empiezo a prepararme para el segundo ROUND. La primera semana trabajé con seis chicas locales que viven y trabajann en Las Palmas, tienen en común que bailan desde pequeñas pero no se dedican a ello profesionalmente, las he ido conociendo durante este año en dos talleres anteriores y hemos ido desarrollando herramientas y metodos de trabajo para componer con el cuerpo en movimiento en tiempo real, hemos tocado temas como tiempo, espacio e identidad. Estrategias como la decisión, la no voluntad, o motores de acción como el registro , la atención o la disociación.
Pero algo no planeado ha sido el encuentro con el público cada noche, las puertas abiertas del trabajo todos los días me hicieron encontrar un espacio nuevo y diferente en relación a la mirada del visitante, aquí una reflexión de Jose un visitante del primer día:
Hablo como público. Como público que asiste y observa al resto del público. Que le interesa la triangulación de las miradas, la ambigüedad del pensamiento despistado, el desinterés de las observaciones al techo, los focos de atención de determinados gestos, las toses que manifiestan la incomodidad. Me gusta observar a los observadores interesados, aquellos que no son conscientes de mi mirada, a los que les puedo robar un segundo de autenticidad e inquietud, los que disfrutan desencriptando los hechos y degustando las sensaciones. Hablo desde la frontera de las miradas. Voy aprendiendo a ver más allá de lo primitivo, escarbando en capas más profundas de significado. Como público, en “a ras de suelo”, se nos somete a un cuestionamiento que nos introduce, nos invita a disfrutar desde distintos niveles perceptuales, regalando posibilidades de intervención para de ese modo intentar ser nuevamente conscientes de nuestro papel como público y así encontrar un espacio más allá de una observación pasiva. O simplemente ser público y ver. Y sentir viendo.