entrevista de radio sobre la presentacion en in_presentable, madrid

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Este es el link, no he podido subirlo directamente, de la entrevista hecha en La Casa Encendida por Angeles y Toña durante la pasada edición de In-presentable 2010

 

http://www.goear.com/listen/588fd6a/entrevista-rad

Sobre Tres personas , todos los cuerpos.

Masu, cuelgo el texto en mi blog, pues no he tenido ningun feedback otro…y me completa en muchos aspectos mi propia visión del proyecto, que creo que va más allá de la propia pieza.GRACIAS. imagen-1.png

Este texto es simplemente una reflexión a posteriori como aquellas que me gusta hacer cuando entiendo que algo tiene una potencia que no está únicamente en su estimulación más directa, sino que detrás, abajo, o no sé donde, hay una esencia muy sencilla, y con esto me refiero a muy humana. Como esos trabajos que te vienen a la cabeza, mientras estás en la ducha, dos semanas después de haberlos visto. A mi me parece que ”Todos los cuerpos” es un trabajo limpio y lo suficientemente transparente para no necesitar un texto que nos narre sus porqués.

Ahora sobre la marcha me pregunto si quizá ahí esta la clave: tres intérpretes que se exponen en la escena, situándose desde su experiencia con ella y su distancia.

La pieza, escrita desde el ahora y su memoria, nos muestra a estos intérpretes, que parecen han dejado de lado su condición de ser intérpretes para otros que no sean ellos mismos. Y así vemos cómo se reconstruyen desde sus trayectorias, y por tanto dejan patente no sólo sus vivencias sino más bien sus huellas, su ya irremediable condición de cuerpos de la escena.

Bea, con su malla, medias y zapatillas, nos habla sin rostro pero con mucha presencia, y nos comunica que Este sí es su cuerpo, con toda la amplitud que hablando de términos corporalidad, contagios y apropiaciones podríamos abarcar. No hay ocultamientos, ni intelectualidad necesaria para aprehender el mensaje (digo aprehender por el carácter empático y perceptivo que propone el trabajo al espectador en su manera de percibirlo). Cuerpos y presencias contienen una escritura que no son fortuitas, sino que se han ido decidiendo, conformando, desde todas sus colaboraciones, desde todas sus experiencias escénicas con y para Otros.

Muchas pequeñas magias en los tres solos que son uno, como ese “hic et nunc escénico” maravilloso del comienzo, que nos conduce desde este anclaje a una especie o suerte de ensoñación liberadora; no soy… ni tengo… ni leo… ni me llamo… acompañado de todos sus opuestos y por tanto devolviéndonos a lo real, a lo que tenemos delante. Quizá para algunos, a la espera de la estremecedora belleza y figura de Bea o Monse, siempre musas de … y que ahora se sitúan en otro punto con respecto a ellas mismas, esto podría resultar una pequeña bofetada a sus expectativas, así como el desternillante y genial giro, físico y mental, de Mauricio que todavía me hace reír en la cocina pelando las zanahorias; “Mauricio, tu engañas Mauricio, porque parece que haces lo que no haces…”

Quizá también lo que nos dice esa “introducción” que podría ser perfecto final, o desarrollo, es que la capacidad de darse no es cualidad de todos los que hacen o son escena y sí específica de muchos intérpretes. Y esa reivindicación, bajo mi punto de vista, me hace pensar de manera indirecta, en aquellos creadores actuales, nunca intérpretes, que conforman cada vez más unívocamente el rumbo de una parte de la escena contemporánea.

Y es justamente esta cuestión la que acaba siendo (para mí, espectadora libre de decir mi propia tesis) la base conceptual de Todos los cuerpos; enmarcar ese trasvase y hacer visible un paso clave de nuestra historia como bailarines: cuando el papel del bailarín-intérprete se diluye por motivos múltiples, y comienza a parecernos casi ya como un hecho de entrega romántico (con todas las connotaciones de imposibilidad que el término romanticismo siempre ha llevado implícito)

Y ya hoy para acabarme, podría enganchar, aunque quizá esto sea un grand jetè, que me da por hacer, en pensar sobre la separación que ha sufrido el cuerpo en su relación con algunas tendencias de la danza conceptual. Igual es una concesión demasiado grande que me hago como público al ver este trabajo como algo reivindicativo, algo así como una gran pancarta escrita a mano que pone “Nosotros también somos La Escena”.

masu fajardo mayo 2010