Loius-Leopold Boilly, “Reunión de treinta y cinco cabezas” (1823)
Hoy comienza el segundo encuentro de «Bailar, ¿es eso lo que queréis?» y tomamos como punto de arranque a Marina Garcés reflexionando sobre lo político:
«El arte parece ser hoy la punta de lanza de una repolitización de la creación contemporánea. Sus temas, volcados hacia lo real, sus procesos, cada vez más colectivos, y sus lugares, abiertos al espacio público, parecen atestiguarlo. Pero estas transformaciones no necesariamente son garantía de un reencuentro entre la creación y lo político. Estamos viendo cómo fácilmente reproducen nuevas formas de banalidad y nuevos espacios para el autoconsumo y el reconocimiento. Que los temas del arte traten de temas políticos no implica que ese arte trate honestamente con lo real. La honestidad con lo real es la virtud que define la fuerza material de un arte implicado en los problemas de un tiempo y de un mundo que compartimos. Como vamos a ver, la honestidad con lo real no se define por sus temas, por sus procesos ni por sus lugares, sino por la fuerza de su implicación y por sus anhelos: un anhelo de verdad, un anhelo de nosotros y un anhelo de mundo».
Y a mi en realidad lo que me parece político es ese reivindicar el bailar y la alegría como algo cotidiano e inútil y por ello necesario…