Perversión

Black Mamba me espera en la fuente de La Octava. Voy hacia allí arrastrándome por el camino como un cordero a punto de ser degollado. Me siento a su lado sin saludarla porque no sé cómo hacerlo. Ella me explica por qué me deja. Estamos de espaldas al paisaje, miramos la fuente. Si nos diésemos la vuelta lo que veríamos sería lo que se ve desde el acantilado, la montaña de enfrente, el cañón, el río. Si nos diésemos la vuelta y contemplásemos esa maravilla quizá no encontrarías palabras para explicarme algo que me parece que no tiene explicación, por mucho que lo maquilles, y lo haces muy bien, pero se nota que tienes prisa por marcharte. Está bien, no pienso mover ni un músculo para retenerte. Márchate. Yo preferiría quedarme aquí en El Paraíso. Solo, gracias.

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