Desde el piso superior de un claustro contemplo y escucho a Ramón conversando con un periodista gigante que lo entrevista. Gigante porque Ramón sólo le llega al hombro. El periodista es enorme y lleva coleta. Ramón le explica la historia de cómo dejó a aquella gran compañía en la que estuvo trabajando en otro tiempo.
Dos parejas se nos han enganchado y ocupan mi Celda. Son turistas en Barcelona. Una de las chicas me pregunta qué es una sardana. ¡Pues sí que están pez! Se lo explico.
Tengo follón con sus parejas, dos moritos españoles. Me persiguen y no me dejan en paz. Realmente no sé cuál es la poderosa razón que me obliga a ser tan hospitalario con ellos.