Nati, la mujer del Hereu, aparece en el porche de una casa vestida como si estuviésemos en la casa de la pradera y con el pelo rizado teñido de rubio oxigenado (puede que sea una peluca). A su lado hay otra mujer. El Hereu las contempla a cierta distancia y yo llego en ese momento conduciendo un coche. Abro la puerta, salgo y Nati se pone a correr y gritar en dirección a un bosquecillo que limita con la carretera. La vemos entrar entre los árboles y salir a continuación por donde se acaba de nuevo el bosque para entrar en la carretera, pasar por delante de la casa y volverse a meter en el bosque, siguiendo una trayectoria circular.
Pero algo no cuadra. Por la velocidad que lleva uno esperaría verla salir del bosque un poco más tarde. Es como si una doble la esperase escondida en el bosque y le hiciese el relevo. En el bosque entra Nati pero sale otra persona. Esa persona describe todo el círculo y al entrar en el bosque es substituida por Nati, que es la que sale de nuevo a correr. Y así repetidamente.