Este es el trabajo de mis sueños:

un puesto en un mercado o un local pequeño en Gran Vía al que la gente vaya a pedirme ideas. Ideas de todo tipo. Cada idea tendría su precio estipulado previamente según su tamaño y su futura recaudación (económica o no). Lxs clientes elegirían la idea de un catálogo:

1. Idea para regalo simple, detalle, sorpresa.

2. Idea para sorpresa vital, gran acontecimiento, rito de transformación.

3. Idea artística.

4. Idea empresarial de pequeña y media envergadura.

5. Idea empresarial de gran envergadura.

 

El/la cliente pagaría por esa idea en el acto si le gustara (la idea se registraría en el momento por lo que no podría plagiarse) y se comprometería a pagar una suma posterior según la recaudación (económica o no) final. Si, por ejemplo, un empresario de teatro viene a consultar y le vendo la idea de hacer un musical de una película de Disney o, qué sé yo, el musical sobre Víctor Manuel y Ana Belén y se forra, pues tendría que pagarme más, claro, que el artista que se ha comprado la idea de sorprender a su novio llenando su habitación de polaroids de la propia habitación y de las otras habitaciones que habrían compartido años atrás.

Algunas ideas son claras. Otras son más ahaikuadas. Otras pueden desarrollarse un poco más (con un plus de desarrollo) valorando pros y contras.

Hay ideas que ya habrán sido hechas por otros previamente. En ese caso, el/la cliente tiene el derecho de reclamar su dinero, reescribir la idea o generar una nueva. Las ideas tienen tres tipos de tarifas (como las del AVE):

1. Tarifa sin derecho a réplica.

2. Tarifa con derecho a réplica limitada.

3. Tarifa abierta a todo tipo de réplica hasta llegar a la idea que el/la cliente acepte.

 

Ejemplo: la red social de reposteros. (Esta es una idea que fue regalada y que adapto para que no pueda ser plagiada en su totalidad).

El señor X disfruta haciendo tartas en su casa. Se le ha ocurrido sacarse unas perras vendiendo sus tartas a restaurantes. El trabajo le desborda en periodos festivos. Sus tartas son deliciosas. No son muy difíciles de hacer.

Idea: crear una red social o un simple grupo de Whatsapp de reposteros caseros de, por ejemplo, la ciudad de Madrid, en el que sus clientes puedan pedir las tartas con una previsión de 3 horas (sus clientes serían restaurantes y civiles independientes). El grupo o red de reposteros se pondría manos a la obra y se distribuirían el trabajo por zona. Si un cliente de Chamberí quiere una tarta x, alguno de lxs reposterxs de Chamberí se pondrá manos a la obra para enviar la tarta cuanto antes. También habría especialidades semanales. ¡Esta semana Cookies! ¡Pídeselas al repostero casero de tu barrio!

Con este post pretendo hacer una prueba de El puesto de las ideas: escríbeme a anroves77@gmail.com y pídeme una idea. Te responderé lo antes posible y podrás hacer con ella lo que te de la santísima gana. Envíame en el email una breve descripción de qué tipo de idea buscas sobre todo centrada en el para qué y un par de canciones que te gusten, tu horósocopo, una foto o algo con lo que pueda identificarte o conocerte un poco más.

La empresa no se hace responsable del uso de sus ideas. No se realizan ideas para asesinatos, atentados o cualquier otra forma de violencia. Se reserva el derecho de admisión.