Ética del trolleo (I)
En la tesis doctoral estoy pensando en algo que, por ahora, se denomina la ética del trolleo. Pienso en voz alta (I) a continuación (espero que no puedan acusarme de autoplagio cuando registre la tesis). Pienso en voz alta porque creo que en el blog puedo probar algunas cosas de este trolleo y llevarlo más allá.
Podemos seguir considerando la representación como el territorio de las ficciones o podemos empezar a entender la representación como el espacio en que ficción y realidad entran en diálogo y la ficción trasciende en lo real y lo real se concreta en la ficción y muchas cosas más a modo de armónicos y de relaciones a-paralelas.
Después de la Contracultura de los 60-70, el sólido capitalismo se convirtió en un monstruo compuesto de muchos micromonstruitos generativos que son capaces de entrar en casi todo. Y lo que la contracultura había explorado y propuesto era transformado en una nueva forma de control por estos microbios. Así, dicen que de pensar en un proletariado se habría pasado a pensar en un cognitariado.
Estos microsistemas son capaces de entrar en todos los ámbitos y lo hacen. Lo hacen tanto que hasta podría ser que fuesen capaces de entrar en los espacios que ellos construyen e, incluso, en ellos mismos también.
Estos monstruos nos ofrecen representaciones mal construidas en las que la ficción y lo real no están equilibradas (y no pueden, por tanto, permitir su dialéctica). Las ficciones que nos ofrecen están construidas tan desde afuera que nuestras realidades no son capaces de sujetarlas.
Encarni19691 es una youtuber andaluza que lleva haciendo videos semanales desde hace unos años. Ella graba tutoriales de nailart, cocina, tags, momentos de deporte casero, etc. Graba estos vídeos como lo hacen las youtubers reconocidas (una mayoría de mujeres jóvenes ¿estadounidenses? de aparente alto poder adquisitivo). Cuando Encarni19691 nos muestra su casa al modo de las youtubers ricas en sus housetour, ella nos enseña que las representaciones están mal construidas. Nos demuestra que las ficciones que se nos han montado no son capaces de encajar en nuestras realidades. Que, aunque los planos son los mismos, las mujeres que se reflejan en el espejo del baño no pertenecen al mismo ámbito. Cuando vemos el piso de Encarni a través de esta herramienta podemos entender que, queriendo o no, estamos manoseando las ficciones sin parar y dejando entrever que esas estructuras que se esconden debajo no nos corresponden.
Desde dentro, trolleamos las herramientas que nos han sido dadas (consciente o inconscientemente).
A Encarni le ha sido dada la herramienta de Youtube con todas sus representaciones. Cuando Encarni utiliza esa herramienta en su realidad, las representaciones de Youtube empiezan a descascarillarse, a dejar ver los alambres que se esconden bajo el peluche.
¡Cuidado con el troll!
¿Qué es un troll y su historia según wikipedia?
https://es.wikipedia.org/wiki/Trol_(Internet)
El otro día le contaba a Encarni por email que para mi lo que ella hace tiene que ver mucho con el Ángel de la Historia de W. Benjamin y que ella, con sus vídeos, es capaz de detener el progreso.
Pero creo que en la escena también ejercemos este trolleo. Intuyo que Sandra Gómez lo hace con las estadísticas en “Tentativa”, que Poderío Vital lo hace con sus videoclips, que María Jerez lo hace con su concierto en “Alma de Rimmel”, que Rabih Mroué lo hace con el photoshop y Cris Blanco con las películas. Y así muchos y muchas.
El trolleo desde la escena sería también aquel manoseo de las herramientas que nos han dado conduciendo a su desgaste. Pero intuyo que este manoseo no puede ser irónico… Supongo que tiene que ver con que el sobeteo se hace desde dentro y nunca (porque no sería posible [si así se intentara no sería trolleo]) desde fuera, lejos o encima.
Creo que el centro está en el manosear. En el besuconear y babosonear estas cositas. En amarlas tanto que se te derritan entre los deditos. En ser la tia soltera de estas cosotas. En que-te-como-la-cara sin parar y desde dentro (porque si se hace desde afuera es como no hacerlo o es mejor ni hacerlo).
(Sigo pensando en esto…)