VOY A CREAR UN RITUAL SINCERO, EN EL QUE VOY A IMPLICARME Y EN EL QUE DEJARÉ ESPACIO PARA QUE EL PÚBLICO SE IMPLIQUE.
CREAR UNA ACCIÓN QUE REÚNA LOS DOS TIEMPOS, EL LINEAL Y EL SINCRONÍSTICO, DOS CAMPOS, EL DE LA CONSCIENCIA PERSONAL Y EL DEL INCONSCIENTE COLECTIVO.
UNA EXPERIENCIA QUE DEVUELVA A CADA UNO SU VALOR ABSTRACTO EN UNA EXTENSIÓN COLECTIVA, EN UN GRUPO.
TODO EL MUNDO DEBE SENTIRSE IMPLICADO EN UNA ACCIÓN INÚTIL Y EMOTIVA, HECHA CON LA GRACIA DE LA CONVICCIÓN Y DE LA FÉ.
SE TRATARÍA DE CREAR ESE PUNTO DONDE EL VACÍO EXISTE, ESA UNIÓN SITUADA EN NINGUNA PARTE, ESE AGUJERO en el que el ser humano hace irrupción : VENTANA DE LO ETERNO, DE LA EVASIÓN.
Óscar Gómez
Encuentro urbano sobre formas de investigación en artes
12:00 Plaza de la Cebada. ¿Por qué es tan difícil encontrarse con la gente? Formas colectivas de investigación en artes. Conversación abierta con Pedro G. Romero
14:30 Traslado a Orcasitas. Línea 6 de EMT Plaza de Jacinto Benavente – Orcasitas (calle Guetaria)
15:30 Comida. Plaza Asambleas
17:00 Pedro G. Romero. Algunas máquinas: recordar / archivar / olvidar. Un recorrido por Orcasitas: Plaza Solidaridad / Plaza Asambleas / Plaza de las Promesas
Hacer un monumento que incluya que no se hace monumento alguno.
Proteger un monumento que no existe, que no está construido.
Pedro G. Romero
En el año 2002 le encargaron a Pedro G. Romero una serie de monumentos para las plazas de un proyecto de urbanización en Orcasitas. La obra no llegó a realizarse, pero los materiales sí se conservan. Le propusimos a Pedro desarrollar un diálogo sobre distintas formas de afrontar la investigación en arte, un diálogo que nos ayudara a pensar el lugar en el que estábamos, lo que ya habíamos hecho y lo que podríamos hacer. El resultado fue un encuentro en la Plaza de la Cebada, un traslado a Orcasitas y un recorrido por sus barrios recordando lo que no llegó a hacerse, un paseo sobre los modos de hacer memoria, las huellas de la Guerra Civil y los años de las asociaciones vecinales cuando se construyó el Poblado dirigido de Orcasitas.
“Mira, aquí van algunos bocetos, características técnicas, relatos, etc, que me ayudaron a madurar el proyecto y que, aun a riesgo de ser algo complejos, me gustaría compartir con vosotros, para que participéis de esta trama de enredos que estoy creando…
[…]
La pregunta, ¿qué lugar, que cosa, que tiempo, que forma, que acontecimiento merece ser fijado sin que ejerza o establezca un ejercicio de poder?
Pero, ¿acaso los vecinos de la periferia no tienen el mismo derecho que los herederos de los centros históricos a estar marcados por señas, hitos, mojones de identidad?
Y, ¿como crear un objeto que pueda decirle a la gente que no existen conmemoraciones ajenas, más allá de las celebraciones que ellos mismos puedan hacerse?
[…]
La clave la encontré precisamente en la memoria histórica de Madrid. Rastreando los acontecimientos de Orcasitas durante la guerra civil, encontré los signos de la memoria protegidos, el patrimonio cultural de la ciudad salvaguardado de los bombardeos, los sistemas desarrollados por la república para la protección de los monumentos públicos. Toda erección monumental, así protegida, se hace fálica, monolítica, el monumento básico elegido.
¿Y si construyéramos los sistemas de protección a un monumento que no ha existido nunca, a una hipotética estatua levantada en honor de los hombres y mujeres de esta comunidad que levantaron su propio barrio bajo las premisas de la autogestión y la autonomía?
[…]
No solo la memoria de la guerra civil me ayudó a ello sino que la memoria más inmediata, los bombardeos sobre Irak, la demolición de sus estatuas, me hicieron reincidir en la pregunta, ¿no habría que proteger esos valores a los que la modernidad levantó monumentos: la comunidad, la autonomía, la autogestión? y ¿no es consecuente con esos mismos valores la supresión de monumento alguno?
Hacer un monumento que incluya que no se hace monumento alguno.
Proteger un monumento que no existe, que no está construido.”
(Extraído de los mails de Pedro G. Romero durante el proceso de elaboración del proyecto para Orcasitas.)
El arte, dijo, es parte de la historia particular mucho antes que de la historia del arte propiamente dicha. El arte, dijo, es la historia particular. Es la única historia particular posible. Es la historia particular y es al mismo tiempo la matriz de la historia particular. ¿Y qué es la matriz de la historia particular?, dije. Acto seguido pensé que me respondería: el arte. Y también pensé, y ese fue un pensamiento afable, que ya estábamos borrachos y que era hora de volver a casa. Pero mi amigo dijo: la matriz de la historia particular es la historia secreta.
Roberto Bolaño, Putas asesinas.