Post-Diálogo # 8
Combatir el pensamiento – La Rimaia – Espai en Blanc
29.4.2010
Transversalidad?
¡Qué cansino! Creo que ya no creo en la transversalidad, la pedagogía horizontal y todo este discurso… vamos a aceptarlo y dejémonos de protegernos con este escudo moral y ético para auto convencernos de que lo que hacemos lo hacemos bien, bajo unos códigos de respeto y diálogo óptimos y alternativos que promueven la emancipación del otro.
Parece que el término ya ha entrado en el terreno de la legalidad, ya no es un concepto que puede promover lo subversivo, la otroriedad. Incluso las grandes instituciones se lo han apropiado en su discurso para ofrecer una cara más buena y progresiva.
Radicalidad? Bueno, tampoco. Quizás simplemente amplificación (y abuso) de los roles y las convenciones para dar visibilidad y provocar así el deseo hacia la emancipación. Y siendo emancipados poder desear, jugar y aprender siendo sumisos –por ejemplo… pero claro, siendo conscientes de ello.
Quizás otra manera de darle la vuelta a la tortilla, por enésima vez, o rizar el rizo, que pronto más bien tendrá la apariencia de un pelo afro!
O quizás simplemente por el vicio de cuestionar, del preguntar continuamente porqué y así ir avanzando poco a poco, afirmándote algo que en un tiempo destruirás, y con placer.
Después de tanto tiempo dándole vueltas a esto de la investigación pedagógica, intentando proponer alternativas, de golpe y porrazo me veo asesinando mis propios principios y me doy cuenta que quizás no era más que una simple armadura o máscara de buenismo para evitar el conflicto.
Y es que parece que aprender es conflictivo; y el acto pedagógico un acto violento, como el amor.
Y hoy me afirmo esto, desde mi subjetividad, para mañana darle la vuelta o, mejor dicho, para salir de esta dualidad, doblarlo una curvita más en este espiral llamado conocimiento… hmmmmmm… será esto?
Hoy será… mañana ya se verá!