Queridos,siempre se ha hecho la fácil comparación entre el pane et circus romano con las luchas de gladiadores y los partidos de fútbol. Ambos con el mismo objetivo: entretener, atontar, aumentar la competitividad, etc.
Bien, como nos informó Rubén con el artículo publicado en El País, Guardiola decidió utilizar una táctica afectiva para motivar a sus jugadores haciendo un video donde se fusionan las dos prácticas, la actual y la ancestral.
A mi, personalmente, sigue sin producirme nada. No opera en mis emociones ni mis afectos. Sigo pensando que el fútbol es un juego competitivo, aburrido y de masas; donde pocos juegan (peleandose por un balón) y muchos observan, peleándose por un color.
De todos modos, quiero compartirlo con vosotros para que juzguéis (o no) según vuestro criterio y vuestros gustos, pasiones o colores.
Pero claro, siempre nos quedará la lectura inversa del título: Había un sueño que era AMOR.
[no consigo colgar el vídeo aquí, así que tendréis que usar este link para ver el video]