Ahí está la crónica de Antonio González Chamorro

Tam Tam Press publica una crónica entusiasta sobre AHÍ ESTÁ del historiador del arte leonés Antonio González Chamorro en la que recoge el agradecimiento del público leonés, que llenó el MUSAC durante los tres días que duró la experiencia. Nos alegra muchísimo la recepción que ha tenido AHÍ ESTÁ entre la gente de León. Hace que toda la energía invertida haya merecido la pena.

Por ANTONIO GONZÁLEZ CHAMORRO

Diez años ya del Musac. Curadas las heridas del proceso de lucha por nuestros derechos laborales en el museo, he de decir que volver como usuario a programaciones tan bien planteadas como la que disfrutamos del 10 al 12 de abril, me ilusiona. Me ilusiona como siempre lo ha hecho este proyecto. Cubrir la enorme carencia que a nivel escénico tiene la ciudad de León es un acierto. Y sé a ciencia cierta lo agradecidos que estamos todo el público asistente a esta retrospectiva de 10 años de artes en vivo que tan inteligentemente han programado Rubén Ramos Nogueira y Marc Caellas. Agradecimiento que extiendo a los coordinadores del museo, Helena López Camacho y Carlos Ordás (hasta de técnico de luces les vimos).

Muchas fueron las propuestas y a todas no asistí, así que la selección que hago es parcial. Por allí pasaron Amaia Urra, Sandra Gómez, Arantxa Martínez, Txalo Toloza, El Conde de Torrefiel, Masu Fajardo y Amaranta Velarde. Todo piezas presentadas por primera vez en León. Me detendré en tres de ellas.

Txalo Toloza presentó Todos los grandes tienen problemas de piel (2009). En sus propias palabras: un collage, un mashup, un remix, un ready made. Un sampler de bajo presupuesto.

Durante hora y media, él solo en escena, desgranando interpretaciones personales de piezas de otros autores que ha visto y suyas propias. Y ya en el comienzo afloran elementos que recorrerán todo su monólogo coral. Un análisis de la sociedad, en especial de lo relativo a la cultura visual. Al principio el tema de la autoría, del software libre, de la piratería. Luego vendrán las relaciones personales o el selfie. Todas las cuestiones que plantea surgen desde una sinceridad apabullante y una complicidad constante con el espectador. Quizás derivada de la apariencia amateur de la puesta en escena. A veces da la sensación de estar en su salón. O quizás porque utiliza la mirada directa, dedica el espectáculo a un espectador al azar (le tocó a Luis Melón), te da abrazos de verdad o pide ayudantes por dos veces para realizar la misma escena repetida.

Y todo lo hace con el humor, la ironía, el cachondeo. Con su corta y pega nos cuenta sus propias vivencias y experiencias. Grandioso fue el momento del videoclip casero que hace contando su viaje entre México y Barcelona. Utiliza todos los medios a su alcance con mucha versatilidad, es muy polifacético. Le vemos danzar, cambiar focos, conectar el móvil al proyector. El mismo es espectador en ocasiones a través de ese ojo que todo lo ve del móvil. Y es de reseñar como utiliza de forma socarrona todo lo relacionado con la cultura visual, música incluída.

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