Desde el día 30 de junio acompañaré a Javier Cuevas y Sara Serrano en Nápoles, para formar parte del equipo al que se sumará Raffaella Menchetti para poner en marcha de nuevo la maquinaria de THE LIEDER, comenzando una nueva búsqueda de profundización en esta práctica, capaz de hacer cristalizar nuevas formas. A Tenerife (x2), Murcia y Sabadell se suma ahora Nápoles en el contexto de un festival human/site specific donde sobre todo nos interesará la adaptación del trabajo a las gentes, contextos y costumbres que se crucen en nuestro camino, o que hagan con nosotras camino al andar. Tras varios días de encuentro, como se explica en la convocatoria aquí, haremos una práctica compartirda con quienes nos hayan acompañado y quien se sume a conocer el trabajo ese último día.
ALTOFEST es un festival pequeño pero molón, realizado con una base fuerte de trabajo colaborativo que implica los distintos contextos en los que se celebra y lo hacen posible. Para conocerlo, mejor hacer click en el enlace anterior.
SPANISH MATXHBOX nace de un proyecto de plataforma de Creación Contemporánea Española que tras una serie de actividades internacionales cristaliza en un festival en E&G Teater (Stamsund, Noruega). Este año, damos un paso más, transformando el concepto de festival en una programación capsular capaz de ensamblarse en sedes de diversos encuentros y festivales que comparten una sensibilidad común con Spanish Matchbox, multiplicando el alcance y las posibilidades de interrelación de los proyectos que participan. Inauguramos esta programación capsular en ALTOFEST, un perfecto contexto de retroalimentación. que en esta ocasión realiza tres propuestas programáticas:
THE LIEDER, de Javier Cuevas y Sara Serrano.
WAKEFIELD POOLE, de Celeste González.
LUCHALIBRO – GUATEQUISTA, de Hugo Clemente.
Además, estamos muy contentos, porque aparte de esta cápsula de Spanish Matchbox y de poder compartir experiencias con público, artistas y talleristas, en Altofest tendremos la maravillosa compañía de Societat Dr. Alonso, presentes también en el festival para hacer una adaptación de Andrei Rublev, una paniconografía
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The Lieder se articula a partir de dos actos de resistencia: marchar y cantar. Marchar como acto colectivo y cantar como otro. En él, al marchar juntxs de una manera abstracta, vaciando de contenido la propia marcha, se consigue volverla concreta, haciendo hincapié en el marchar en sí. No es una manifestación, una protesta, un éxodo, o una peregrinación. Es todas ellas a la vez o ninguna. Es el principio a partir del cual muchos cuerpos encuentran un motivo común (y dentro de él muchos individuales) desde el que nace su propio movimiento, organizándose como los peces forman banco o los pájaros bandada.
Sobre él la voz aparece acompasada por el paso. El canto va al tempo del caminar. Con el coro, como ocurre en la procesión, en la expedición, en la marcha militar o en la excursión, acaba por no saberse si el paso marca el compás a lo cantado o la canción al paso. Es así como nacen los himnos, los cantares colectivos. Y tras caminar en el entorno urbano o en el bosque, la marcha y su canto entran una sala (de teatro) para que pasen otras cosas…